“A Fernández le entregaron un barco hundiéndose en alta mar”
El primer mes de gestión mantiene al gobierno de Alberto Fernández en la búsqueda de equilibrio entre las obligaciones con los deudores y los incendios sociales del hambre, la pobreza, el desempleo y la inflación. Atilio Borón reflexiona sobre la escena con la metáfora de una tragedia anunciada.
jueves, 30-enero-2020

El sociólogo, politólogo y escritor Atilio Borón se refiere al desempeño de los primeros días de la gestión de Alberto Fernández.
A poco más de un mes de la asunción de Alberto Fernández a la presidencia, la gestión permanece centrada en las urgencias y con la mira puesta en la refundación de un modelo de producción y crecimiento. Y mientras se annuncia para marzo la propuesta de refinanciación de la deuda externa y las emergencias sociales en primer orden de prioridades, el análisis de la performance del mandatario requiere una mirada sobre el estado de situación redibido.
“A Fernández le entregan un barco hundiéndose en alta mar, se chocó con un iceberg, le está entrando agua al barco, no hay recursos para arreglarlo y los marineros no cobran hace tres meses”, define Atilio Borón en una charla con el programa Nada del Otro Mundo.
El politólogo, sociólogo y escritor, agrega que desde su punto de vista, “hay gestos positivos de que se está tratando de encaminar todo bien, enfocándose en la situación de los más pobres. No sé si es el tema del hambre, pero sí la pobreza estructural que dejó el modelo neoliberal con Macri. No caben dudas de que la mayor atención tiene que ir ahí. Ahora se trata de sentar las bases de un modelo productivo que genere empleo”, dice.
La cuestión central de la deuda, asegura Borón, será el tema del primer año de gobierno, ya que sin ese frente resuelto no hay crecimiento posible. “Si no lo resuelve, está con las manos atadas. Dejaron al país tan endeudado, a tan corto plaz, con acreedores tan especiales como el FMI y los bonistas, y más allá de lo urgente que es la angustia de la población desempleada, endeudada, con chicos que se mueren de hambre en las comunidades wichi, y con el problema fundamental de ver cómo la Argentina recobra su autonomía”.
Más cerca de una lectura que indica un plan sistemático antes que un fracaso por mala praxis, Borón recuerda una siniestra frase célebre de John Adams, el segundo presidente de Estados Unidos. “A los países extranjeros se los somete con la fuerza de las armas o la fuerza de la deuda, lo dijo el segundo presidente de Estados Unidos, John Adams. Argentina está sometida por la deuda, con la complicidad de una capa dirigente conservadora, reaccionaria, cipaya, cuyo único proyecto fue enriquecerse y nada más. Porque no hubo un proyecto de refundación capitalista sino uno de saqueo”.