Pablo Ramos

A las plumas y voces a sueldo del poder

A las plumas y voces a sueldo del poder
esos otros explotados por el capital
pero que deben sostener la mirada del amo
esos que apenas pueden agremiarse
que les imponen retiros voluntarios
o años de limpiar pisos para acceder
esos anónimos corresponsales de la infamia
esos que firman con el ego
pero después dicen que piensan lo contrario
esos que ya se convirtieron al culto del culto
que compiten con sus compañeros
que envidian a sus editores
esos que obedecen debidamente
aunque les aúllen las tripas
aunque se muerdan la lengua
porque el sueldo, la tarjeta, las vacaciones
¿realmente están convencidos que estamos en guerra?
¿Contra los laburantes despedidos
contra los jubilados descartables
contra los mapuches levantados
contra Irán, contra Venezuela,
contra los pibes marginados
contra todo lo que el poder odia?
Porque si se enlistan voluntariamente en el ejército que domina
este neoliberalismo neofascistoide
que recoloniza el mundo
allá ustedes
los respeto y los discuto
pero si cuando llegan a casa
y miran a sus hijos, padres, abuelos, parejas
y sienten que son rehenes del trabajo
y que no están aportando nada mejor a sus vidas
que una chapa en un escritorio
que un salario mediano
que una fama efímera
¿qué hacen con ese remordimiento?
¿cómo llevan la pesada carga del cinismo?
En este terrestre oficio
de escribir, pensar, actuar y revisionar
cuando la persecución política se apluade
cuando las tribunas piden muertes
cuando los esclavos exigen más cadenas
como justifican la prostitución de sus espíritus
Porque como miento
porque como manipulo
porque como encubro
porque como me mutilo
me hundo en la mierda
¿pero comen en paz?
¿O comen y actúan para que haya más guerra?