“Abal Medina y Oyarbide no pueden ser arrepentidos”

Lo aclaró el periodista y abogado Darío Villarruel. Es por los cargos que ocupaban al momento de los hechos. Hoy, De Vido presentó un escrito en el que negó ser parte de una asociación ilícita. Wagner y Roggio, los nuevos arrepentidos.

 viernes, 10-agosto-2018

Aldo Roggio, el empresario cordobés de bajísimo perfil, hoy adelantó su declaración.


En su ola de indagatorias, el fiscal Stornelli y el juez Bonadío siguen sumando empresarios al ejército de “arrepentidos”. Hoy, el expresidente de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, y el cordobés Aldo Roggio. Ambos esperan seguir el camino de Ángelo Calcaterra –primo del presidente- y Javier Sánchez Caballero, de Iecsa, Juan Carlos De Goycoechea, de la española Isolux, Armando Loson del Grupo Albanesi y Héctor Zabaleta de Techint.

Luego de la declaración de Roggio, Jorge Neyra, gerente de Electroingeniería, pidió ser incluido entre los arrepentidos. Hugo Eurnekián, sobrino del dueño de Corporación América, se presentó de forma espontánea para aclarar la mención en la que se lo refiere en los cuadernos. A primera hora de la mañana, Julio De Vido presentó un escrito en el que negó los hechos: “No formé parte de ninguna asociación ilítica. Hay persecución penal y pido el sobreseimiento”.

Respecto a las declaraciones de ayer del exjuez Oyrabide y del exjefe de gabinete Juan Manuel Abal Medina, el periodista y abogado Darío Villarruel aclaró que no pueden acogerse a la ley del arrepentido como los empresarios. “Se ha generado una vorágine de arrepentirse. Para eso hay que manifestar otras cosas. Ninguno de los dos quiso arrepentirse. Oyarbide no se puede arrepentir porque la ley dice que aquellos funcionarios que para ser destituidos tienen que ser sometidos a juicio político no pueden ampararse en esta norma”, detalló. Lo mismo corre para Abal Medina.

Además, aclaró que el beneficio que otorgaría la ley en este caso es que “en vez de 8 años te den 5” y que eso debería evaluarse cuando la causa llegue a juicio oral y público (algo que demoraría mucho tiempo). “La ley del arrepentido no dice que por dar un dato quedás en libertad, que es lo que están haciendo Bonadío y Stornelli para presionar”, apuntó Villarruel, y agregó que esta dinámica “es casi una tortura”.

Por otra parte, expresó que por ahora la causa no tiene pruebas que sustenten las detenciones. “La parte fuerte de la prueba todavía no existe. No alcanza con que alguien diga ‘sí, yo le di dinero’”, consignó.

Finalmente, hizo un análisis de cómo impactan estas noticias judiciales en la opinión pública: “La gente quiere justicia express y no es así. Para condenar a una persona tiene que haber una certeza de culpabilidad. Mucha gente cree que si te meten preso sos culpable y si estás libre sos inocente. Creen que esto es normal, pero no lo es desde el punto de vista jurídico”.