Pablo Ramos

Abrázame

Hace cuatro años me pediste que te abrazara
lloramos desconsoladxs lo que vendría
no es que fuéramos adivinxs
pero intuíamos en el pecho el dolor amenazante.
Conocíamos la caterva de rufianes victoriosos
los padecimos en cada metro cuadrante de su odio
en esta provincia atrasada y desquiciada
fuimos nómadas en el desierto del noventa
naufragamos en el estallido del milenio
pisando un territorio adverso
echando raíces de sueños
en una patria que se hizo grande.
Llegamos tarde a las fiestas populares
aunque alcanzamos a probar el vino y el chori
mientras mezclábamos el baile y la lucha
cometimos el error de creer que el amor vence
como si los finales felices estuvieran ya escritos
cuando la parodia del oligarca agarró el bastón
ese niño mimado por riquezas robadas
con su cheta pandilla porteña.
Obedeciendo las órdenes imperiales del dinero fácil
que desplegaba en el mapa sus tóxicas fichas
nos fue pegando golpe a golpe
nos fue quitando a zarpazos
nos fue reduciendo en su puño
nos dejó muertos
de frío, de hambre, de bala
nos metió hasta el caracú el miedo
perdimos la voluntad del optimismo
nos fue vaciando la esperanza
nos puso a la defensiva.
Por eso hace falta que recuerde
como levantábamos cada día
en esa intemperie forzada
como nos redimíamos cada noche del dolor
cuando empezamos a vernos en otrxs
renovamos la confianza que da la memoria
cuanto más apretaba el poder su dominio
este continente de diversidades más resistía.
Es cierto que su huracanada ambición
arrasó con miles de vidas anónimas
millones de historias que en algo perdieron
y un futuro embargado de urgencias
ahora que volvemos a abrazarnos
que los rojos latidos nos hacen vibrar
que la tristeza no es más el resultado de la falsa alegría.
Tenemos un tiempo vivido que es nuestro poder
el resistir creando
impacientemente tejiendo redes
furiosamente creyendo en subvertir el miedo
cargarlo de inteligencia táctica
para con el producto de sus venéreas acciones
hacer lo que nunca imaginamos
pero deseamos desde el fondo de estos días.