Acá no entran buitres

La adhesión casi total de los acreedores de bonos bajo ley extranjera a la reestructuración propuesta por el gobierno, dejó a la Argentina en la mejor posición posible ante potenciales demandas de los denominados fondos buitre.

 martes, 1-septiembre-2020

Martín Guzmán y Alberto Fernández presentaron los detalles del canje de la deuda bajo ley extranjera.


La negociación por el canje de los bonos de deuda bajo ley extranjera culminó con una adhesión superior al 90 por ciento y activó la aplicación de las Cláusulas de Acción Colectiva que inhiben potenciales litigios y alejan a los fondos buitre del horizonte nacional.

Ayer, durante la presentación de los resultados del canje, el ministro de Economía Martín Guzmán, acompañado por el presidente Alberto Fernández, por Cristina Fernández, Sergio Massa y buena parte del gabinete nacional, explicó las consecuencias que tendrá esta reestructuración en la economía argentina y de qué manera se invertirán los recursos que quedaron disponibles.

“La oferta tuvo una aceptación masiva de parte de nuestros acreedores. El 99% de la deuda pública en moneda extranjera bajo ley extranjera ya ha quedado reestructurada”, dijo Guzmán y argegó que el 93,55% de los tenedores de títulos públicos adhirieron de forma directa, mientras que este volumen activó las cláusulas de acción colectiva y forzó a quienes no entraron en primera instancia a ingresar al canje de manera automática. De acuerdo a estas cláusulas, admitida por el sistema financiero mundial, se neutraliza a los fondos buitre que actúan sobre las economías periféricas. El último antecedente de canjes fue el de 2005 durante el gobierno de Néstor Kirchner, que obtuvo una adhesión del 76% y luego, en 2010, Cristina Kirchner lo amplió al 92%. Sin embargo, al no alcanzar a la totalidad de los acreedores, los fondos buitre encabezados por Paul Singer, llevaron la demanda a los tribunales de Nueva York y Mauricio Macri aceptó el fallo sin apelarlo y abonó la totalidad de lo reclamado.

“Buscamos que la sostenibilidad de la deuda fuera una política de Estado y no sólo una política de gobierno”, dijo Guzmán. “Lo vamos a hacer de frente a la sociedad, no de espaldas”, agregó, en referencia a la toma de deuda más grande de la historia argentina, ejecutada por el gobierno de Cambiemos sin consultarla con el Congreso. “Es fundamental que nunca más se den estas situaciones para que un gobierno de deuda tome decisiones basándose en expectativas que para muchos resultan infundadas y después le queda un problema enorme a la sociedad argentina que sufre la mayoría, que termina en más desempleo, más pobreza y menos oportunidades”.

“Nos da un un horizonte financiero diferente para implementar políticas públicas en pos de recuperar la economía y establecerla en un sendero de desarrollo inclusivo y sostenido”, agregó el ministro y aseguró que “si Argentina hubiese tenido que enfrentar esta carga de deuda, la consecuencia que hubiese tenido para las políticas públicas hubiera sido devastadora para cualquier proceso de desarrollo. Implicaba más ajuste en un momento de recesión, que era el camino que se había seguido durante los dos años previos”.