Aguantar sin chistar
El presidente Macri dio un discurso en una reunión de gabinete ampliado en el Centro Cultural Kirchner en el que dijo que “hay que remar sin llorarla porque de todo lo que se heredó no se sale de un día para el otro”. Afirmó estar “caliente por volver a escuchar otra vez a los que vienen a proponer atajo y soluciones mágicas”. Habló de la situación económica, elogió a las fuerzas de seguridad y criticó a los sindicatos docentes.
jueves, 21-marzo-2019

Macri exhortó a 'bancársela' y sobre parte de la oposición dijo: "No los soporto más".
En el Centro Cultural Kirchner se convocaron los funcionarios del gabinete nacional para escuchar al presidente Mauricio Macri, que dio un discurso en tono pastoral, apelando a lugares comunes y sobreactuando cierto enojo con un sector de la oposición. En el comienzo, Macri les dijo a sus funcionarios que “ninguno está acá por un sueldo ni porque le guste frívolamente estar en el poder” sino porque “todos decidimos sin que nadie nos lo pida comprometernos por nuestro país”. Además, deslizó una referencia al clima electoral al considerar que “este año todos los argentinos vamos a recorrer una profunda reflexión de si estamos haciendo lo correcto”.
Aunque parezca increíble, el presidente del ajuste sostuvo que “tenemos la tarea de lograr que nadie se quede afuera”. Sin embargo, la parte más polémica del discurso de Macri llegó cuando dijo: “Hagámonos cargo de decirles a los argentinos: es por acá. Por acá vamos hacia el futuro. Por acá todos vamos a sentirnos incluidos. Pero claramente hay que poner el hombro, hay que remar un poco más porque de todo lo que se heredó no se sale de un día para el otro. Y sin llorarla”. El presidente volvió a apelar al concepto de la ‘pesada herencia’ y deslizó que ahora hay que bancársela sin chistar.
En otro pasaje del discurso, Macri dijo estar “caliente”. “Siempre me calentó la mentira: otra vez volver a escuchar a los que vienen a proponer ese maravilloso atajo, esa solución mágica que nos desliga de este camino de trepar la montaña, con orgullo, con esfuerzo, pero convencidos. Es inaguantable. Es como que ya no lo puedo soportar más”, disparó, en referencia a cierto sector de la oposición.
El mandatario destacó algunos de los que él considera son logros de su gestión y los contrastó con lo que falta (un contraste bastante desbalanceado, por cierto). Remarcó la exportación de ajo a Taiwán, la construcción de algunas rutas y la implementación de la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE). Por otro lado, admitió: “Nos falta una estructura macroeconómica definitivamente sólida con la cual un productor pueda ir a un banco y descontar su contrato de exportación o su cheque para poder hacer girar la rueda más rápido”.
“Escucho que esto se arregla creciendo. ¿Quién no quiere crecer? Pero para crecer hay que hacer estas cosas de fondo, estructurales, que nos permitan crecer”, añadió sobre el tema económico. El presidente arengó a su tropa y ratificó el rumbo diciendo que “como todo el mundo nos felicitó debemos convencernos de que es por acá”.
Finalmente, Macri destacó lo hecho por el Gobierno para “volver a prestigiar, contener y acompañar a las fuerzas de seguridad”. Además, y contradictoriamente con el discurso de que los cambios se dan gradualmente y como parte de un proceso, se adjudicó como un logro de gestión la mejora en los resultados de las pruebas Aprender. “Logramos que 8 de cada 10 alumnos hayan alcanzado los estándares requeridos en lengua”, subrayó, y luego fustigó a los sindicalistas de los gremios docentes al decir que “siempre putean contra todo, se oponen a todo lo que queremos hacer para construir futuro”.