Al final, no habrá lluvia
El canciller argentino, Jorge Faurie, reconoció en un encuentro con empresarios en la Fundación Mediterránea que “los inversores se toman su tiempo, mucho más después de 12 años del aislamiento en que estuvo sumergida la Argentina". Sin embargo, como su jefe Macri, se mostró optimista por el rumbo económico y en la institución donde surgió Cavallo, tuvo palabras elogiosas para el creador de la convertibilidad y el corralito en 2001.
viernes, 2-marzo-2018

El canciller, Jorge Faurie, disertó en la Fundación Mediterránea.
Un poco más realista que el país de fantasía que Macri trazó ayer en la apertura de sesiones del Congreso, el canciller, Jorge Faurie, reconoció en la Fundación Mediterránea que el mundo tiene una mirada mucho más descarnada del escenario local: “No habrá lluvia de inversiones como se dijo. O como dijeron los medios. Como ustedes saben, los empresarios se toman su tiempo y las inversiones tardan en llegar. Mucho más después de 12 años de aislamiento en que estuvo sumergida la Argentina”, en una clara crítica a los gobiernos kirchneristas.
En la principal usina económica de Córdoba, el canciller habló ante un centenar de empresarios argentinos y se refirió a las directivas centrales del plan económico del gobierno en el plano internacional, en el cual deberá arremangarse para conseguir inversiones.
Sin embargo, el funcionario se mostró optimista por el rumbo económico que lleva adelante el gobierno de Cambiemos, y hasta se tomó un momento para resaltar la figura de Domingo Cavallo, quien fue el primer director del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) creado por la institución surgida en 1977 para “acompañar la gesta” de las Fuerzas Armadas que en esta provincia conducía el genocida Luciano Benjamín Menéndez.
En la tierra de Cavallo, Faurie elogió a quien nacionalizó en 1982 la deuda externa del sector privado como presidente del Banco Central, y luego fue autor del plan de convertibilidad con Menem y del corralito en 2001 como superministro de De la Rúa. A pesar de esos “aportes” a la economía argentina, el actual canciller de Macri valoró el lugar que el “Mingo” le dio al Ministerio de Relaciones Exteriores y el “perfil económico durante los años 90”.