Allá la re re re está ok

Con voto en papel, Angela Merkel ganó las elecciones en Alemania y va por su cuarto mandato, aunque la otra gran novedad es que la ultraderecha quedó como tercera fuerza e ingresará por primera vez al Parlamento desde el ocaso nazi. A diferencia de nuestro país o América Latina, nadie cuestiona su triple reelección porque su liderazgo garantiza el predominio germano en Europa.

 lunes, 25-septiembre-2017


Luego de 12 años en el poder, Ángela Merkel volvió a ganar y seguirá como canciller y cabeza política de Alemania hasta el 2021, aunque los años venideros no serán tan fácil como hasta ahora, ya que por primera vez desde la derrota del nazismo la ultraderecha ingresa al parlamento a partir de haber obtenido un sorprendente 13%, restándole votos al partido oficial (CDU) que alcanzó el 32,9.

En tanto, los socialdemócratas también bajaron quedando en un segundo lugar con el 20%, tercero el partido populista de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) con un histórico 13%, cuarto los liberales con un poco más del 10%, mientras que la izquierda y el partido Verde se ubicaron en el quinto y sexto lugar con un 9% y 9,1% respectivamente. Lo que se mantuvo invariable en relación al 2013 fue el 30% de abstención.

El parlamento alemán será un abanico de espacios y reparto del poder, ya que ninguna fuerza se quedó afuera y la CDU tendrá que lograr en los próximos 30 días una coalición que represente más del 50% de los votos para formar un gobierno.

“Tenemos por delante un gran desafío: la AfD ha entrado en el parlamento alemán y debemos recuperar a quienes votaron esa fuerza para continuar siendo un país justo y social. Esta tarea nos pide que mantengamos la unión y trabajemos para tener una Europa fuerte”, arengó Merkel a sus seguidores, antes de señalar lo que para ella fue una de las razones que posibilitaron el crecimiento de la ultraderecha: “Para lograrlo debemos combatir la inmigración ilegal, pero también las razones por las cuales está inmigración es creada en los países de donde provienen los inmigrantes. Debemos encontrar formas legales de ayudar y acoger a los refugiados para garantizar la seguridad y vivir en un país próspero y libre”, sostuvo la dura canciller que va por su cuarto mandato.

A diferencia de Argentina o América Latina, donde los líderes populares son acusados de dictadores o autoritarios, a nadie en Alemania se le ocurre cuestionar las ambiciones de quien ha llevado a su país a liderar la política europea.