Autopista a la privatización
El gobierno nacional creó una sociedad anónima para hacer el trabajo que debe hacer Vialidad Nacional. Para el ingeniero Mario Spada, ex Vialidad Provincial, esto convierte a la obra pública en "una cantera para extraer dinero". Es que, así, se evitan los mecanismos de control de cualquier organismo público y se abren las puertas al ingreso de capitales privados a futuro.
viernes, 6-octubre-2017

Vialidad Nacional cumple las mismas funciones que Corredores Viales S.A., pero no abre la puerta a privados ni permite contrataciones directas.
Hace un par de días se confirmó la creación de Corredores Viales S.A., una empresa creada por el gobierno nacional con el supuesto objetivo de la construcción, la mejora y el mantenimiento, entre otras cosas, de todas las rutas, autovías y caminos de jurisdicción nacional. Pero ¿acaso no existe para eso Vialidad Nacional? “Esto pareciera ser una especie de Caminos de las Sierras nacional. No veo la finalidad”, consideró Mario Spada, ingeniero y ex jefe de la Dirección Técnica de Vialidad Provincial.
Sin embargo, Corredores Viales permite algunas gambetas. Es que, al ser una sociedad anónima, no atraviesa los mecanismos de control de Vialidad Nacional, puede hacer contrataciones directas, evitar licitaciones y asignar arbitrariamente obras a distintas empresas. Está claro: esta podría ser una de las razones para su creación. “Ponen a la obra pública como una cantera para poder extraer dinero. Ya sea mediante sobreprecios, licitaciones truchas o arreglos entre empresas que cartelicen la obra pública. Se reparten las obras”, se ofuscó Spada.
“En caso que el interés público lo requiera podrán participar de la sociedad personas de carácter privado a través de los procedimientos de selección correspondientes”, reza el decreto de creación de Corredores Viales S.A., que lleva el ‘autógrafo’ del presidente Macri, del jefe de gabinete Marcos Peña y del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. Por lo tanto, esta configuración (51 % de las acciones son del Estado nacional y 49 % de Vialidad) podría cambiar de un día para el otro y que la privatización empiece a inundar -todavía más- las rutas del país.
“Estas empresas semiestatales se hacen para dar una apariencia transparente, no tienen otro sentido”, expresó Spada. Los gobiernos neoliberales comienzan a machacar con la ineficiencia y el déficit que supuestamente generan los organismos estatales, aunque Spada sabe que es una excusa: “Con funcionarios corruptos no importa el sistema porque no hay sistema que aguante. Pero el mejor es el que se ha tenido siempre: público, con licitaciones y control”.