Bochados en desempleo

Según el Indec, el aglomerado urbano Gran Córdoba tuvo durante el primer trimestre del año un desempleo del 10,3%. A nivel nacional fue del 9,1%, pero esta medición es previa a la gran devaluación de mayo, cuyo impacto se verá en el próximo informe. Advierten sobre "efecto desaliento" en aglomerados donde mejoró la tasa de empleo.

 viernes, 22-junio-2018

Por tercer mes consecutivo hubo caída de puestos de trabajo registrados


Córdoba es el aglomerado urbano con más desempleo de la Región Pampeana y con tasa más alta que la nacional, donde bajó levemente del 9,2 al 9,1%. Según los datos del Indec del primer trimestre de 2018, en el Gran Córdoba hay 10,3% de desocupados, contra el 9,6% del mismo período de 2017. Y con respecto a la medición previa, del cuarto trimestre de 2017, cuando estuvo en el 8%, la suba del desempleo es de 2,3 puntos. En este caso hay que tener en cuenta los factores estacionales.

Comparada con otros aglomerados de la región, Córdoba también está peor: La Plata tuvo 7,8 y Gran Rosario 9,2. Concordia 8 y Bahía Blanca 9,8%. Y de hecho, integra el lote de las ciudades con más desempleo del país.

A nivel nacional, la mínima reducción del desempleo en relación al primer trimestre de 2017 enmarca en los errores estadísticos previsibles. Hay que tener el cuenta que el 9,1% corresponde a los meses previos a la gran devaluación del peso de mayo, cuando la economía todavía crecía a un 3,6%. El impacto de la corrida del dólar en el mercado de trabajo se percibirá en la próxima medición del Indec.

Sin embargo, si se compara con la medicion del cuarto trimestre de 2017, al igual que en Córdoba hay una trepada fuerte del desempleo, ya que entonces fue de 7,2.

El economista y periodista Ismael Bermúdez advirtió sobre el “efecto desaliento” que está detrás de la caída de algunos indicadores del desempleo, por ejemplo en Capital Federal, donde pasó del 9,4 al 8,1%. En este caso, dijo Bermúdez, se produjo un descenso de la tasa de actividad: los desempleados dejaron de buscar trabajo por caída de expectativas de conseguirlo. Este fenómeno mejora la tasa de empleo, ya que la misma se mide entre la población económicamente activa (los que tienen trabajo y los que lo buscan)