Brasil en su hora más eléctrica
Lula permanece en el sindicato de metalúrgicos del ABC de Sao Paulo y no acataría la orden del juez Moro de entregarse en Curitiba antes de las 17. Su defensa presentó un nuevo hábeas corpus y miles de militantes rodean el sindicato en apoyo al expresidente. Sergio Moro espera sin dar pistas de qué hará en caso de que Lula no se presente.
viernes, 6-abril-2018

La manifestación afuera del sindicato promete ser multitudinaria, con la intención de dar un mensaje contundente. (Foto: AFP / Marcelo Chello)
Brasil pende de un hilo. Las próximas horas escribirán una de las páginas más importantes de su historia reciente, cuando se cumpla el plazo dispuesto por el juez Sergio Moro para que Lula se presente en la Policía Federal de Curitiba. El expresidente parece decidido a desafiar al magistrado a que lo vaya a buscar a su reducto histórico: el sindicato de metalúrgicos del ABC de Sao Paulo (llamado así porque es una zona metropolitana que incluye a Santo André, Sao Bernardo do Campo y Sao Caetano).
Mientras tanto, en las afueras del sindicato se reúnen miles de militantes –muchos de los cuales pasaron la noche allí- como para marcar una presencia fuerte. La idea es que, cuando la policía vaya a buscar a Lula, se encuentre con una manifestación masiva. La foto sería Lula saliendo esposado del sindicato rodeado de una masa de militantes que aclamándolo.
“Brasil ha entrado en un vuelo de turbulencia”, cuenta el periodista Beto Almeida desde tierras brasileñas. En medio de esta situación, hubo dos hechos a destacar: por un lado, la defensa de Lula presentó un hábeas corpus al Superior Tribunal de Justicia que ya está siendo analizada por el ministro relator de la causa del Lava Jato; por otra parte, Dilma Rousseff anunció que será a candidata a senadora por el estado de Minas Gerais. Cada hora suma más tensión, y la decisión apurada de Moro fue un fósforo en un bidón de nafta. “No esperó nada y decretó la orden. Pretende anticiparse a una liminar del juez Marco Aurelio Melo para que Lula espere en libertad que se termine el trámite y que el Supremo Tribunal Federal vote sobre una acción de constitucionalidad”, contó Beto Almeida.
Brasil está realmente enrarecido. “Hay mucha gente muy triste, conmovida, entre lágrimas. Y muy indignada. El escenario está muy polarizado porque los sectores conservadores también están exaltados”, contó Almeida, quien agregó que la manifestación de ayer era “enorme” y que “hoy va a avanzar”.