Cabeza a cabeza

La tecla F5 -la que se usa para actualizar una página- quedó gastada en los teclados de quienes se quedaron hasta tarde para conocer los resultados vía online. Finalmente, la lista de la ex presidenta borró totalmente la diferencia inicial y dejó los números en una situación de empate virtual. Lo que ocurrió con la carga de los datos despertó suspicacias de todo tipo.

El conteo comenzó con una amplia ventaja para Bullrich, que llegó a su pico junto con la hora de mayor encendido de televisión, justo antes de que la mayoría de la gente diera por terminada la jornada. A partir de allí, en cada actualización -una cada 5 minutos- de los resultados Cristina descontó casi sin excepciones, salvo en el final. Cuando parecía que se revertía el resultado, la carga prácticamente se paró. Recién pasadas las 4 de la mañana, el resultado llegó al 95,68 por ciento de mesas escrutadas y, tal como había adelantado el secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, el conteo provisorio se terminó.

Llamó la atención que, cuando el resultado parecía darse vuelta (llegó a haber una diferencia de 500 votos justo cuando hablaba Cristina), se actualizaban cada vez menos mesas y las últimas recargas fueron las únicas en donde la lista que encabeza Bullrich estiró levemente la diferencia, que quedó en menos de 7 mil votos. ¿Eligieron a dedo qué mesas cargar sobre el final para no terminar el escrutinio provisorio con la presidenta al frente? La suspicacia surge de cómo se ralentizó notoriamente la carga sobre el final y porque la mayoría de las mesas que faltaban -y que todavía faltan- por escrutar son del tercer cordón del conurbano, zona francamente favorable a Cristina.

Queda claro que el kirchnerismo esperaba una diferencia de algunos puntos a su favor y no esta pelea reñida, pero lo que pasó con la carga de datos pareció una torpeza política del macrismo y le dio a Cristina la posibilidad de exhibir una remontada heroica cargada de épica. Tanto que cuando subió a hablar (¡A las 3.43 am!) la ex presidenta no dudó: “Hemos ganado las elecciones en provincia de Buenos Aires”. Horas antes, en el búnker del gobierno, nadie se había atrevido a decir lo mismo de Bullrich. Hay que ver si sus decisiones le jugarán en contra al macrismo y si una victoria de Cristina en el último suspiro tracciona más que la goleada que algunos esperaban y no fue.