Cacerolas en la madrugada

A la medianoche, más de 1.500 personas se convocaron espontáneamente en Córdoba para hacer un cacerolazo contra el ajuste a los jubilados. En Buenos Aires hubo cacerolazos en varios barrios y convocatoria masiva de madrugada frente al Congreso.

 martes, 19-diciembre-2017

El cacerolazo fue creciendo y se mantuvo hasta pasadas las 2 de la mañana.


Nadie se la vio venir. Un detalle marcaba lo inesperado de la convocatoria: la ausencia de parrillas humeantes y choripanes a la venta. En Córdoba, el cacerolazo sorprendió. Es que las concentraciones del mediodía habían sido breves y disgregadas. Sin fuerza ni unidad. Pero pasada la medianoche, más de 1.500 personas hacían sonar cacerolas en Vélez Sarsfield y Bv. San Juan, en protesta contra el ajuste a los jubilados y la salvaje represión de ayer y del jueves.

Algo que empezó tímidamente para luego tomar forma en Buenos Aires tuvo su réplica en nuestra ciudad, de manera espontánea y sin una organización que convoque. Más allá de que se vieron algunas identificaciones de partidos de izquierda (MST, Partido Comunista) y de algunas organizaciones kirchneristas, el cacerolazo en Córdoba estuvo dominado por los independientes.

Las consignas apuntaron, obviamente, contra el gobierno nacional pero la gente no se olvidó de Schiaretti y el peronismo provincial. También se escucharon consignas contra la CGT, a la que se señaló por “traidora” por no haberse opuesto en su momento y haber convocado al paro recién cuando las cartas parecían echadas.

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Más de 1.500 personas concentraron frente al Patio Olmos.

Otro detalle: al mediodía, las columnas que fueron por Bv. Illia hacia el Centro Cívico recibieron huevazos y hasta voló alguna botella desde los departamentos de la zona pituca de Nueva Córdoba. Por la noche, la tónica fue distinta: no se observaron gestos de rechazo e incluso muchos automovilistas tocaban bocina en señal de apoyo (mientras estuvo habilitada media calzada de ambas avenidas, que después se cerraron por la cantidad de gente). Una señal de alerta para el gobierno nacional en una ciudad que hace dos años se pinta de amarillo.

En Buenos Aires

Empezó con cierta tibieza, algunas cacerolas comenzaron a sonar desde los balcones. Parque Patricios, primero. San Telmo, después. Palermo, Almagro y ya no se pudo parar. En casi todos los barrios porteños, la gente bajó a la calle a hacer sonar sus cacerolas contra el proyecto oficialista que se aprobó siete horas más tarde.

Con los cacerolazos, se renovó la concentración frente al Congreso, ya que muchos que salieron en sus barrios decidieron ir hacia el palacio legislativo. Alrededor de las 3 de la mañana, se reportaron hechos de represión a tono con lo que habían sucedido a plena luz del sol.