Cambalache 2.0

Después de abrirse camino con balas de goma y gases lacrimógenos sobre una manifestación pacífica frente a la Casa Blanca, Donald Trump llegó hasta la iglesia episcopal de Saint John para sacarse una foto con la Biblia en la mano. Entre los manifestantes había adultos con niños, personas mayores, familias con sus perros.

 martes, 2-junio-2020

Donald Trump amenazó con sacar a los militares a las calles y después fue a sacarse una foto con la Biblia en la puerta de una iglesia.


“Soy su presidente de la ley y el orden”, dijo Donald Trump en el discurso con el que ayer amenazó con desplegar a los militares en las calles de todas las ciudades de Estados Unidos donde haya manifestaciones y protestas. Con su habitual discurso de bravuconería y prepotencia, el presidente trató de “blandos” y “débiles” a los gobernadores que no están reprimiendo con fuerza las protestas. “Al presidente le falta compasión y liderazgo”, le respondió Charlie Baker, a cargo del estado de Massachusetts.

El asesinato de George Floyd, cuya autopsia confirmó que murió por asfixia luego de que oficiales de la policía lo redujeran y sofocaran contra el piso durante un procedimiento de detención en Minneapolis, las protestas y manifestaciones en reclamo por la represión y los abusos policiales racistas comenzaron a activarse en más de 75 ciudades de todo el país, con episodios de saqueos, tiroteos, muertos, miles de heridos, incendios y represión violenta de los manifestantes.

En la noche del viernes, las protestas en Washington, frente a la Casa Blanca, provocaron que Trump se refugiara en el bunker de seguridad de la residencia, que volvió a abrirse por primera vez luego de los ataques del 9/11. La respuesta fue la militarización y represión de cualquier tipo de manifestación en la zona, incluso la de familias y grupos pacíficos, armados solamente con banderas, pancartas y cantos que repetían la frase de Floyd antes de morir: “no puedo respirar”. El toque de queda se instaló en todo el territorio y habilitó el uso desmesurado de la fuerza de seguridad del Estado contra los ciudadanos, ante cualquier situación de potencial desobediencia civil.

La biblia y Donald Trump fue la última avanzada de provocación y la ministra de la iglesia que usó el presidente de Estados Unidos como accesorio para su foto en las redes sociales terminó por indignarla: “es contrario ante todo lo que defendemos”, dijo Marianne Budde, poco después de que se hicieran virales las imágenes frente a Saint John. “Déjenme ser clara, el presidente usó una Biblia, el texto más sagrado de la tradición judeo cristiana, y una de las iglesias de mi diósesis, sin permiso, como un fondo para un mensaje que es contrario a todas las enseñanzas de Jesús”, dijo Budde y condenó la utilización de los símbolos religiosos como parte de una amenaza violenta contra las protestas y el llamado a “dominar las calles” que lanzó Trump a los gobernadores.