Camiones de frente

El gremio de Camioneros anunció una marcha para el 22 de febrero contra el gobierno nacional, en una escalada de tensión entre los Moyano y el macrismo. Hugo y Pablo Moyano fueron imputados ayer en una causa por lavado.

 jueves, 25-enero-2018

Moyano, de mejor amigo a negociador duro de paritarias.


La paz parece haberse acabado definitivamente. El gremio de Hugo Moyano anunció una marcha para el 22 de febrero que aumenta las rispideces con el gobierno nacional, al compás de las malas noticias que llegan a Moyano desde el brazo judicial del oficialismo. La Federación Nacional de Trabajadores Camioneros consignó que la marcha será en Buenos Aires, “en defensa del convenio colectivo de trabajo” y pidiendo por “la preservación del empleo y mejoras salariales”.

Esta convocatoria se da, según Camioneros, “en un contexto económico que se muestra desfavorable a los intereses y necesidades de la mayoría de trabajadores”. Por otra parte, advierte con dureza que “la bronca acumulada de los trabajadores es descomunal, nuestra fuerza es directamente proporcional”. Lejos parece haber quedado el corte de cinta de principios de enero en el que Hugo Moyano inauguró un sanatorio en Caballito junto al ministro envuelto en polémica, Jorge Triaca.

El gobierno ya declaró la guerra con su arma predilecta: la Justicia. Tanto Hugo como Pablo Moyano fueron imputados ayer en una causa por lavado de dinero en el club Independiente, en supuesta asociación ilícita con el jefe de la barrabrava, hoy detenido y colaborador de la Justicia, Pablo “Bebote” Álvarez. Además, hay una causa en ciernes por evasión y lavado que involucra a la empresa de correos Oca, a los Moyano y al Club Atlético Camioneros.

Otra denuncia que avanza en la Justicia es una que apunta a que los Moyano utilizarían dos casas en Parque Leloir que pertenecen a empresas vinculadas y proveedoras de Camioneros. La sospecha es que esas casas habrían sido compradas con dinero surgido de maniobras financieras y sobrefacturaciones en esas empresas.

La guerra está declarada: el gobierno golpea con la espada de la Justicia y Moyano promete responder con la fuerza de la calle. La voz cantante de Camioneros y también la más dura es la de su hijo, Pablo. Luego de largos meses de programada calma, Moyano vuelve a ocupar el centro de la escena y busca la unidad y el acompañamiento del resto del sindicalismo.