Pablo Ramos

Candidatos desaforados

Algunos candidatos sistémicos andan desaforados por juntar votantes
que en una democracia mediatizada muerden el anzuelo a través de la pantalla
y si de discutir ideas y acciones políticas se trata prefieren
la superficialidad del impacto televisivo
por eso aprovechan cada hueco informativo
entre chimentos farandulezcos
paneles desquiciados
y noticias de sangre coagulada
para montar su show electoral
Ahora parece que todos los problemas políticos, sociales y económicos
se reducen a la corrupción
y claro que es un problema mayor, pero no el mayor de los problemas
porque la corrupción está instalada hace rato en el corazón del capitalismo
y no hay escapatoria real hasta que no demos vuelta la tortilla
porque los poquitos honestos de hoy pueden ser los corruptos de mañana
en tanto la sociedad canibalezca siga su derrotero avaro y egoísta
por eso si realmente quieren renunciar a sus fueros parlamentatios
que por otra parte es una garantía de la cámara no de ellos
hagamos una reforma constitucional y discutamos
vamos a deliberar sobre todo lo que hace al congreso,
sus representantes, la forma de elegirlos
rediseñemos el sistema judicial en manos de una secta endogámica de árbitros
construyamos control popular sobre las diferentes áreas de gobierno
dotemos a la ciudadanía de espacios de participación en el diseño de políticas públicas
descentralicemos el poder en ámbitos más directos y próximos a cada comunidad
ah, no… es preferible poner cara de santo
y renunciar al pecado de la corrupción frente a todos los medios hegemónicos posibles
pero es evidente que lo suyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro
El problema no son los fueros
el gran problema de esta democracia radica
en la opacidad del vínculo entre representantes y representados
la lejanía y aislamiento entre los gobernantes y quienes los eligieron
las campañas mentirosas que postulan nombres sin propuestas claras
las agachadas, traiciones, roscas que desconocen la voluntad de los votantes
entre otras vergonzozas prácticas que se han naturalizado en la política argentina
ese es el fondo que no se discute
mientras asistimos al espectáculo del cinismo mediático