Celeste el 8, la última ficha de la Iglesia
El Episcopado anunció lo que será su última movida para intentar evitar la aprobación del aborto legal, seguro y gratuito: convocó a una “Misa por la Vida” en la Catedral metropolitana para el miércoles 8 de agosto, día que se vota el proyecto en el Congreso. "Tienen derecho a hacer una misa. No estamos de acuerdo con los pronunciamientos públicos para instruir a los senadores", dijo "Keka" Bosio, de Católicas por el Derecho a Decidir.
martes, 31-julio-2018

El cardenal Mario Poli encabezará la misa el día de la votación. La Iglesia juega todas sus fichas.
La Iglesia busca ser la institución que convoque y organice a los sectores que están en contra de la legalización del aborto. Pensando en ese objetivo, la Conferencia Episcopal Argentina ya envió el llamado a una “Misa por la Vida”, encabezada por el cardenal Mario Poli, quien estará acompañado por el obispo de San Isidro y presidente del Episcopado, Oscar Ojea, y obispos de distintas diócesis del país.
La Iglesia ya presiona sin demasiados tapujos en esta recta final hacia el día de la votación. Tanto, que aquí en Córdoba los obispos declararon que, de aprobarse la legalización del aborto, el país se convertiría en una dictadura. Ahora busca ‘emparejar’ las cosas en un aspecto que le es ajeno: la convocatoria masiva en la calle.
Desde la otra vereda, María Teresa Bosio, presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir Córdoba y miembro de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, cuestionó el accionar de la Iglesia, aunque no esta convocatoria. “Tienen todo el derecho de hacer una misa, pero no estamos de acuerdo con los pronunciamientos públicos de la Iglesia para instruir u obligar a los senadores a votar lo que ellos quieren”, sostuvo. Además, dijo que los grupos antiderechos “están insistiendo y mandando mensajes a los senadores, algunos muy violentos”.
Consciente de que cuando fue la votación en Diputados, la multitudinaria movilización de pañuelos verdes y la magra concentración de los sectores autodenominados ‘pro-vida’ pudo haber influido en algunos legisladores, la Iglesia parece decidida a no dejar que se repita: llamó a sus fieles “a ayunar y orar con fervor e insistencia, y a las parroquias, santuarios, capillas y templos a abrir sus puertas para celebrar la misa por la vida, rezar el rosario y compartir la adoración eucarística en comunidad”.
“La institución, con toda su jerarquía, sale a jugar en la cancha porque tiene miedo de que esta ley salga”, concluyó Bosio.
La posibilidad de la reglamentación
Los grupos que impulsan la ley rechazaron en los últimos días la posibilidad de introducir cambios en el proyecto que lo devuelvan a diputados. Uno de los puntos que se propone en el proyecto de los senadores cordobeses es bajar el límite de 14 a 12 semanas de gestación. “Podemos debatirlo, no es una cuestión de vida o muerte”, reveló Bosio, y dijo que “se puede votar tal como está (el proyecto) y después discutir eso en la reglamentación”. De esa manera, se evitaría el retorno del proyecto a Diputados.