Inquisición siglo XXI: condenada por lesbiana y por besar

Mariana Gómez fue condenada a un año de prisión por resistencia a la autoridad, cuando en octubre del 2017 la detuvieron por besar a su esposa, Rocío Girat, luego de discriminarla por su condición sexual. Pedirán la destitución de la jueza. Otro ataque ignominioso de una Justicia medieval hacia la población LGTBI.

 viernes, 28-junio-2019

Mariana Gómez se besa con su esposa, Rocío Girat, en una de las tantas protestas frente a los tribunales.


La Justicia argentina dio uno de los pasos más vergonzosos de los últimos años y retrocedió hasta la Edad Media con un fallo en el que condenó a Mariana Gómez a un año de prisión por el delito de resistencia a la autoridad. Se trata de un fallo que avala la violencia institucional y la discriminación, con una decisión retrógrada y lesbofóbica.

En octubre de 2017, Mariana y su esposa, Rocío Girat, estaban en la estación Constitución en Buenos Aires. Mientras se besaban y fumaban un cigarrillo, un empleado de Metrovías –a pesar de que no había carteles que lo prohibieran y que había otras personas fumando- le dijo que lo apagara. Ante la negativa, llamó al agente de la Policía de la Ciudad, Jonatan Rojo, quien le ordenó: “Apagá el cigarrillo, pibe”.

A pesar de que declaró haber intentado irse del lugar, dijo que Rojo no la dejó y llamó a una agente femenina, Karen Villarreal. En ese momento, se armó un forcejeo y Gómez agarró del pelo a Villarreal. Según dijo, lo hizo para no caerse, ya que la estaban empujando, maltratando y violentando. Desde la estación fue trasladada a una dependencia policial, donde estuvo detenida varias horas. Ahí entró en escena el vergonzoso accionar de la Justicia, que la imputó por “resistencia a la autoridad” y “lesiones graves”.

Casi dos años después, la jueza Marta Yungano, del Tribunal Oral en lo Criminal n° 26, la condenó a un año de prisión y al pago de una multa. La fiscalía había pedido dos. Toda una estructura judicial con mirada lesbofóbica, sin perspectiva de género y con claro corte discriminatorio. “Esto no puede ser, los pedófilos tendrían que estar presos y no nosotras”, expresó Mariana cuando se leyó la condena. Luego, sufrió una descompensación.

La esposa de Mariana, Roció Girat, dijo que no solo apelarán la sentencia sino que pedirán –como es lógico- la destitución de la jueza tras el horrendo fallo. No menos espantosa fue la argumentación de la fiscal Diana Goral para pedir la condena: el miércoles pasado sostuvo que para una mujer “es muy grave que le arranquen el pelo porque tarda mucho en crecer y más en una zona visible”.

El bochornoso fallo se dio justo en el Día del Orgullo LGTBI y generó un fuerte repudio y protestas por parte de esa población LGBTI y amplios sectores de la sociedad.