Coparticipar los tarifazos

Golpeado en las encuestas por los efectos sociales y económicos de los descomunales aumentos en los servicios públicos, el gobierno nacional apretó a los gobernadores e intendentes para que se hagan cargo de una parte de los costos, reduciendo impuestos y tasas de las boletas, además de pedirles que incluyan en sus presupuestos el 50% de la tarifa social.

 martes, 24-abril-2018

Macri le reclamó a los gobernadores que asuman el costo de los tarifazos.


El tema estuvo perfectamente sincronizado: a la mañana el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo que no estaba escrito en ningún lado que la tarifa social fue responsabilidad única de la Nación. Al mediodía el Presidente Macri pidió que intendentes y gobernadores eliminen impuestos y tasas de las boletas, y que los ciudadanos “ahorren energía”.

Minutos después María Eugenia Vidal anunció la rebaja de impuestos en Buenos Aires, fundamentalmente para la boleta de luz, aunque su aporte a la causa llegó después de haberse garantizado 40 mil millones de pesos extras del fondo del Conurbano.

De esta manera el gobierno nacional busca presionar a los jefes provinciales, para que estos operen sobre sus diputados nacionales y hagan fracasar la sesión especial para tratar el tema tarifas que la oposición tiene pensado impulsar mañana miércoles en el Congreso. Cabe recordar que la semana pasada no se pudo alcanzar el quorum por un diputado.

La maniobra se completó con una reunión del Consejo Federal Energético, donde el macrismo les advirtió a los representantes de las provincias que pagarán con su presupuesto al menos la mitad del costo fiscal. En números concretos, eso son 1.841.942 millones de hogares que cuentan con el beneficio.

Para cofinanciar la tarifa social los gobernadores podrán avanzar con reasignaciones de partidas por decreto, pero tendrán que ir a las legislaturas con proyectos de ley para intentar la baja de impuestos sobre las facturas.

Con la “caja” en poder de la Nación –sistemáticamente demonizada por los medios hegemónicos cuando gobernaba el kirchnerismo-, el gobierno dejó en claro su estrategia: las ganancias multimillonarias de los servicios públicos quedan para las empresas amigas (Mindlin, Caputo, Lewis, Techint) y los costos son patrimonio de todos los argentinos.