Dahyana, símbolo contra la violencia machista
Este lunes comenzó el juicio por jurados populares contra Dahyana Gorosito y su ex pareja, Luis Oroná, acusados por homicidio calificado por la muerte de su bebé en mayo de 2016. Para la defensa de la joven, “la justicia le imputa un crimen que no cometió y la acusa de no haber impedido el homicidio de su hija, siendo que acababa de parir en condiciones inhumanas y estaba en estado puerperal”.
lunes, 27-noviembre-2017

El reclamo de las organizaciones de género convirtió el caso en un emblema de lucha contra la violencia machistaa. (Foto: gentilieza Diario Tortuga)
Comenzó este lunes en la Cámara 12a del Crimen el juicio por jurados populares contra Dahyana Gorosito y su ex pareja Luis Oroná, ambos acusados por homicidio calificado por la muerte de su bebé en mayo de 2016.
Con 20 años, Dahyana fue obligada por Oroná a parir en un descampado de la localidad de Unquillo (Córdoba), a la intemperie, con frío y sin asistencia. Pero apenas nacida la beba, Oroná la arrancó de sus brazos y se la llevó, aduciendo que él no era el padre. Selene murió de hipotermia.
“La madre no supo que la niña había fallecido hasta que la policía encontró el cuerpo en la casa de la familia de los Oroná, luego de cuatro allanamientos en el mismo domicilio, mientras la joven permanecía custodiada en el hospital Rawson, con una infección severa dadas las condiciones inhumanas en que fue obligada a dar a luz. Hoy Dahyana enfrenta un juicio que tiene una condena a prisión perpetua por un crimen que no cometió”, sostiene Melina Canesini, abogada de la Mesa de Trabajo por la Absolución para Dahyana.
En mayo de este año, luego de que se instalara socialmente el reclamo, la Cámara de Acusaciones ordenó su libertad y dictaminó que existieron indicios de violencia de género que el Juzgado de Control y la fiscalía pasaron por alto. “Gracias a la lucha del movimiento de mujeres y feminista, Dahyana aguarda el juicio en libertad y espera su absolución definitiva”, remarca Canesini.
La vida de Dahyana, como la de miles de mujeres pobres, estuvo atravesada por tempranos abandonos familiares, violencia doméstica por parte de su padrastro y más tarde de la familia Oroná, carencias materiales y afectivas que la llevaron a vivir en institutos y casas extrañas hasta que terminó en Unquillo, cuando comenzó su última pesadilla, la que hoy empezó a ser juzgada en los Tribunales de Córdoba.
En una entrevista realizada por el colectivo Absolución para Dahyana para el portal La Tinta, la joven cuenta que vive su tercer embarazo alejada de las múltiples violencias familiares e institucionales a las que fue sometida en su corta vida, y que participa en las luchas por su absolución y la de otras mujeres víctimas de maltrato, con el deseo de que su caso abra un camino para erradicar la violencia machista.