De golpe, Bolsonaro

Las versiones sobre un autogolpe militar de Jair Bolsonaro para reafirmar su poder en el Estado avanzan ante la crisis sanitaria, económica y social que se agita en el territorio brasileño. Su hijo, Eduerdo, le dijo a un blogger que la duda no es si los militares avanzarán sobre las instituciones, sino cuándo lo harán.

 jueves, 11-junio-2020

Los rumores de un posible autogolpe de estado, organizado por Jair Bolsonaro como estrategia para sostenerse en el poder y neutralizar al congreso y la justicia, aparece como un nuevo fantasma en el escenario de Brasil.


A la crisis sanitaria y social que atraviesa a Brasil, se le sumó el fantasma de un posible autogolpe de estado de Jair Bolsonaro, como estrategia para conseguir el poder absoluto del estado y librarse de las molestias que le están generando el Congreso y el Supremo Tribunal Federal de justicia.

Según versiones que publicaron diarios brasileños y también el New York Times, el presidente brasileño cuenta con el apoyo de un sector de la milicia dispuesto a mantenerlo en el poder ante la creciente inestabilidad institucional que amenaza al gobierno.

Con la justicia siguiéndole los pasos de cerca a él y a sus hijos, fue uno de ellos, Eduardo, el que le aseguró a un blogger que la duda ya no está en si los militares comenzarán a cobrar protagonismo en la escena política sino en cuándo sucederá esta ruptura del orden democrático.

Y mientras la indignación de sus opositores se fortalece ante la desidia con la que está gestionando la crisis sanitaria de la pandemia, Bolsonaro agita las aguas con declaraciones como que “lo sentimos por todos los muertos, pero ese es el destino de todos”, o la confrontación con los gobernadores que implementaron cuarentenas en sus estados.

Hasta Donald Trump puso a Brasil como ejemplo de lo que no debía hacerse en materia de política sanitaria y aseguró que si hubieran seguido ese ejemplo, Estados Unidos tendría hoy más de un millón de muertos por Covid-19.

La militarización del gabinete de ministros y de la administración pública son algunos de los indicadores que hacen temer por un abroquelamiento de las fuerzas armadas alrededor de Bolsonaro. Muchos militares, entre ellos generales retirados de cuatro estrellas, están a cargo de 10 de los 22 ministerios, y en lo que va de gobierno ya nombró a casi 2,900 miembros militares en servicio activo para cargos administrativos.