De pecho

El gobierno fijó de manera unilateral un Salario Mínimo Vital y Móvil en 10 mil pesos hasta julio del año próximo, ante la falta de acuerdo entre los sindicatos, que reclamaban 14 mil (el piso de la canasta básica de alimentos del Indec) y los empresarios que ofrecían 9800, un aumento del 20 por ciento, que es lo que terminó avalando el ministerio de Trabajo de la Nación.

 miércoles, 28-junio-2017

Las sonrisas quedaron para el gobierno y los empresarios, y las caras largas para los trabajadores.


Después de un día de negociaciones sin acuerdo entre las partes en el marco del Consejo del Salario, el gobierno naconal fijó de manera unilateral el monto del Salario Mínimo Vital y Móvil en 10 mil pesos hasta julio del 2018, refrendando casi lo que era el ofrecimiento de las cámaras empresarias, que proponían 9800 para todo un año. Con esta decisión, en julio próximo el mínimo será de 8860 pesos, en enero del 2018, 9500, y en julio del año que viene llegará a 10 mil pesos.

Un número muy inferior al reclamado por la CGT y las dos CTA, que pedían que el mínimo salarial se ubicara en los 14 mil pesos (un 86% de aumento), lo necesario para que una familia tipo con dos hijos cubra la canasta básica de alimentos, según los números que presentó el Indec en mayo pasado para no ser considerado “pobre”. Casi lo mismo que había publicado el Centro de Almaceneros y Autoservicios de Córdoba, que calculó ese umbral socioeconómico en 15 mil pesos.

Los que no pudieron participar de las negociaciones fueron los representantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, CTEP, quienes se quejaron en la puerta del Ministerio de Trabajo, ya que se había acordado con funcionarios nacionales que el ahora denominado Salario Social Complementario (SSC) destinado a los piqueteros, va “en paralelo con los aumentos del Salario Mínimo”.

Esos sectores también se manifestaron en Córdoba, y fueron recibidos por funcionarios municipales luego de un acampe frente al Palacio 6 de Julio. El reclamo es para que la gestión de Ramón Mestre se adhiera a la Emergencia Social en la ciudad y se les brinde “herramientas e insumos para las cooperativas, la apertura del programa de ‘Servidores Urbanos’, el reconocimiento de los medios de comunicación populares, la entrega de alimentos para comedores y merenderos y el reconocimiento de los trabajadores de estos espacios”. Hubo promesa de cumplimiento, ahora hay que esperar que se cumplan.


“Es la primera vez en la historia que no hay acuerdo en el Consejo del Salario, porque la propuesta de los empresarios es muy pobre. Es surrealista llevar el salario mínimo a $10.000, por eso pedimos un mínimo de $14.600, pero bueno, estamos analizando realizar una movilización para seguir reclamando”.

Pablo Micheli, titular de la CTA Autónoma.