Del odio y otros demonios
Una vez más, los discursos de odio aparecieron en el centro de la escena encarnados por algunos de Los Pumas. La idea de una histórica “normalidad” vinculada a una sociedad occidental y patriarcal fue - y es - la base en donde se asienta la discriminación y la violencia hacia el otro. Para el sociólogo Jorge Elbaum, los mensajes de odio pertenecen a la derecha argentina que hoy está englobada, principalmente, en Juntos por el Cambio “aunque pretendan disimularlo”.
martes, 1-diciembre-2020

El germen de los discursos de odio volvió a aparecer como interrogante luego de los tuits racistas y discriminadores que publicaron, hace algunos años, jugadores del seleccionado argentino de rugby: Los Pumas.
La batería de tuits pertenecientes al – ahora- ex capitán de Los Pumas, Pablo Matera, y otros dos jugadores del seleccionado argentino de rugby, reinstaló el debate acerca de los discursos de odio en nuestro país. Según un “ranking” elaborado por la consultora Zuban Córdoba y Asociados, los principales “pretextos” que motorizan la discriminación son “el peso de una persona”; el ser “pobre”; “ser homosexual”; la forma de pensar/ideología; ser sospechoso o portador de Covid-19; pertenecer a los pueblos originarios; y/o “ser inmigrante”, entre otros. “La mirada de los rugbiers puede parecer personal e individual, pero en verdad responde a un conjunto de prejuicios y estereotipos vinculados a patrones sociales de conducta”, explicó hoy Paola Zuban a través de su cuenta de Twitter.
La idea de una histórica “normalidad” vinculada a una sociedad occidental, patriarcal, blanca, católica, heterosexual y que legitima el poder económico de una minoría por sobre las mayorías, funcionó y funciona como la base de los discursos de odio. A diferencia de Estados Unidos y algunos países de Europa, en nuestro país no existen leyes que condenen este tipo de mensajes, por lo que “hay que objetivarlos y no callarlos”. “Porque si lo silenciamos, lo seguimos naturalizando”, afirmó el periodista Jorge Elbaum, autor del artículo “Pumas de cotillón y negros de verdad.
Para el sociólogo argentino, hay un núcleo duro que representa el 10% de la sociedad – y que muchas veces consigue cooptar a otros grupos más – que ve como enemigos a sus coterráneos y compatriotas y que siempre se ubica del lado del poder, el privilegio y la violencia simbólica, material y genocida. “Los mensajes de odio le pertenecen a la derecha argentina que hoy está englobada, entre otras partes, en el Pro y en Juntos por el Cambio, aunque pretendan disimularlo”, aseguró durante una entrevista a La 990. “Hay un porcentaje de la sociedad que desde hace más de cien años cultiva un discurso vinculado al racismo, a la judeofobia, a la homofobia y a la misoginia y, curiosamente, está enhebrado por la derecha de nuestro país que es profundamente antiperonista y antipopular”, agregó.
El odio ensimismado y la violencia por mano propia
De acuerdo la exposición que realizó en el ciclo “¿Qué hacer con los discursos de odio” organizado por Agenda Argentina, el doctor en Ciencias Sociales Daniel Feierstein explicó que antes había grupos que ejercían violencia simbólica – sobre todo hacia los sectores populares – y reclamaban esa violencia al aparato estatal. “Pero en los últimos años se produjo la asunción de la materialización de ese odio: linchamiento, la quema de una persona que está viviendo en la calle, o irrumpir en banda. Ya no es un odio que reclama al Estado esa violencia, sino que convive con la violencia por mano propia”, analizó.
A su vez, apuntó a la lógica el algoritmo y el bloqueo “del otro” que se produce en las redes sociales. “Ese mecanismo nos encierra cada vez más en esa lógica de mismidad, en donde no tenemos modo de incorporar el discurso del otro porque desaparece de nuestro universo”, indicó. “Esto va destruyendo el arte de la política como capacidad de diálogo y utiliza la etiqueta del odio para reafirmar la mismidad y que el odio es siempre del otro”, finalizó.