Despidos porque se puede

Bunge aprovechó el clima de época y despidió a 60 aceiteros de su sede de Ramallo, Buenos Aires. Anunció la suspensión de otros 300 trabajadores y el cierre transitorio de la planta. La empresa es una de las más beneficiadas por el modelo económico de Cambiemos.

 miércoles, 25-julio-2018

La cerealera agroexportadora Bunge duplicó su facturación en tres años.


La cerealera Bunge es la tercera empresa del complejo agroexportador que más se benefició con la quita de retenciones que impulsó el actual Gobierno y con la escalada del dólar. Así y todo, en un marco de flexibilización de hecho, ayer anunció el despido de 60 trabajadores de su complejo de Ramallo, provincia de Buenos Aires. Algunas fuentes informaron que las cesantías son 95. Esta nueva escalada de despidos se informó el mismo día en que el Gobieno oficializaba que las FF.AA van a dedicarse a cuidar “objetivos estratégicos” de la Nación.

Como si fuera una pyme carcomida por la caída de consumo interno, la excusa que puso la compañía fue que atraviesa una “crisis”, aunque su facturación se duplicó en los últimos tres años.

Además, Bunge suspendió al resto de los casi 300 trabajadores y cerró transitoriamente su planta. La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines denunció la presencia de un lock out patronal y sostuvo que semejante cantidad de despidos no puede hacerse sin “el correspondiente Procedimiento Preventivo de Crisis”. El tema está en el Ministerio de Jorge Triacca.

Bunge “es una de las empresas más grandes del sector agroexportador de Argentina, y ha pasado de facturar 23.530 millones de pesos en el año 2014 a 46.033 en el año 2017, prácticamente el doble en tres años”, se quejó el gremio de los aceiteros en un comunicado.