Detenida en el tiempo

Cinco días después de la conmemoración del Golpe del Estado del ’76, la Policía de Córdoba procedió como si todavía viviéramos en una dictadura. Basándose en el derogado Código de Faltas del año 1980 y en el ya inexistente artículo 19 que hablaba sobre “vestimentas contrarias a la decencia pública”, demoró en plena madrugada y durante más de tres horas a Ivanna Aguilera, referente de la comunidad trans, travesti y no binarie.

 viernes, 16-abril-2021

La violencia institucional contra la comunidad trans, travesti y no binarie continúa como en épocas de la Dictadura Cívico Militar.


En la institución policial, la tecla F5 (actualizar) no existe. El pasado 29 de marzo – cinco días después de la conmemoración del Golpe de Estado de 1976 – la Policía de Córdoba procedió como si el tiempo no hubiera transcurrido. Demoró durante más de tres horas y en plena madrugada a Ivanna Aguilera, referente de la comunidad trans, travesti y no binarie, basándose en el derogado Código de Faltas del año 1980 y, puntualmente, en el ya inexistente artículo 19 que trataba acerca de “vestimentas contrarias a la decencia pública”.

El apego a las prácticas represivas y la profunda ignorancia acerca de las diversas normativas provinciales y nacionales – como por ejemplo la Ley de Identidad de Género aprobada en el año 2012 – provocó que la trabajadora de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC fuera trasladada hasta la Unidad Judicial 1 sin que mediara ningún tipo de explicación. Luego supo que se trataba de una orden de captura librada hace 33 años atrás, por un artículo que no existe hace 25 años, y cuya derogación fue una conquista de su incansable lucha.

Para completar la violencia institucional y simbólica contra la histórica militante por los derechos LGTBIQ+, la fiscal le advirtió que ella era la responsable de solicitar el cese de la atemporal orden porque si no la próxima vez “en lugar de ser demorada, iba a ser detenida”. Al día siguiente intentó hacer el trámite en Tribunales sin éxito y, finalmente, el juzgado de control de la Policía de Córdoba fue quien detuvo la orden fundándose en el “transcurso del tiempo”. “Es un claro caso de violencia institucional. Necesitamos que se tomen políticas para capacitar al personal policial y del Ministerio Público Fiscal como corresponde”, concluyó Ivanna Aguilera.

Aquí la historia de Ivanna Aguilera