Dicen que dijo
Tras el discurso de Alberto Fernández durante la apertura de las sesiones legislativas, distintos especialistas analizaron el mensaje del presidente. Una confirmación de la hoja de ruta de su gestión, con inclusión social pero también con “un compromiso de disputa” a partir del cuestionamiento al Poder Judicial y del avance contra los funcionarios responsables del brutal endeudamiento con el FMI.
lunes, 1-marzo-2021

Durante la apertura de las sesiones legislativas, el presidente Alberto Fernández cargó contra el Poder Judicial y los funcionarios que endeudaron, de forma millonaria, al país.
A casi un año de la llegada de la pandemia al país, el presidente Alberto Fernández inauguró las sesiones legislativas en el Congreso de la Nación. Como cada ritual de 1 de marzo, la atención estuvo centrada en las palabras del mandatario que, acompañado de la vicepresidenta Cristina Fernández y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, realizó un balance de la gestión, agradeció la solidaridad del pueblo argentino durante el tormentoso 2020, asumió algunos de los errores cometidos, cuestionó el rol de la oposición política y vislumbró una salida de la crisis en la que nos depositó – primero – el macrismo y – luego – el coronavirus.
Entre los mensajes más fuertes resaltaron las críticas al Poder Judicial y el inicio de acciones judiciales contra los funcionarios argentinos que comprometieron el patrimonio nacional a partir del brutal endeudamiento contraído con el FMI durante el “mejor equipo de los 50 años”.
“Hay un ‘compromiso de conflicto’ en esas palabras. Va hacia una disputa”, analizó Pablo Semán, doctor en Antropología e investigador del CONICET. En ese sentido, valoró que el presidente haya encontrado “un ángulo de entrada” distinto al lawfare, los presos políticos y/o los indultos vinculados al FDT. “Si uno plantea la indolencia de la Justicia ante las cuestiones de género, va a encontrar más apoyo”, precisó.
Por su parte, Analía del Franco, especialista en opinión pública, sostuvo que el litigio por la deuda con el FMI “no se podía decir el año pasado y ahora sí”. “Fue cuidadoso y la población está más dispuesto a escucharlo”, manifestó. También hizo hincapié en las políticas de inclusión social y de igualdad como base de la reconstrucción del país. “Esa es la grieta que viene a cerrar. Después el ‘dime y diretes’ es una grieta de café”, ironizó.
Con una mirada más general, el antropólogo y docente de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), aseguró que Alberto Fernández “pasó en limpio el debate interno del Frente de Todos”. “Le contó al parlamento y a la sociedad cuáles son los acuerdos fundamentales de su espacio político para desplegar una agenda que acompañe la salida de la pandemia”, reflexionó.
“El presidente buscó una reflexión colectiva y, a la vez, volvió a marcar cuál es la hoja de ruta y quiénes van a ser los sectores prioritarios durante la post-pandemia”, señaló el sociólogo y analista de la UBA, Nahuel Sosa. Casi en la misma línea, Analía del Franco calificó el discurso del mandatario argentino como “ético”: con valores y acciones concretas en el corto plazo. “Puede llegar a generar confianza y credibilidad luego del escándalo con las vacunas vip. Hay un compromiso de transparencia y corrección”, estimó.
Con respecto a la oposición liderada por Juntos por el Cambio, la consultora política explicó que Alberto Fernández planteó un juego interesante: estableció “hasta dónde y cuánto es creíble la oposición” al recordar, por ejemplo, cómo generaron incertidumbre y desinformación con respecto a la vacuna Sputnik V. A su vez, Pablo Semán destacó que el Jefe de Estado habló “para la oposición” y también “para los que están en el medio”. “Los núcleos duros de las fuerzas políticas argentinas no le hablan nunca al para-destinatario, siempre le hablan al contrario”, comparó.