Dios los cría, el ajuste los amontona

Mauricio Macri y Mariano Rajoy se elogiaron mutuamente en el Encuentro Empresarial “España-Argentina”. Al ajuste le llamaron “reformas” y ambos presidente destacaron seguir por una senda “que nunca hay que abandonar”.

 martes, 10-abril-2018

La derecha argentina y española ratificó su alianza política y comercial.


Primero Macri lamentó ante el rey Juan Carlos habernos independizado de España en 1816, y después fustigó la nacionalización de YPF, a la que llamó “confiscación” y “expropiación del Estado nacional” al porcentaje que la española Repsol tenía sobre el patrimonio argentino, vilmente privatizado por Carlos Menem en los 90.

Esa sintonía fina entre Macri y el gobierno conservador de España se ratificó ayer, cuando el presidente argentino y su par español, Mariano Rajoy, compartieron micrófono en el Encuentro Empresarial “España-Argentina”, la previa de una reunión bilateral que ambos mandatarios mantendrán hoy en la Casa Rosada.

El jefe del Partido Popular –que llegó al gobierno con el 30 por ciento de apoyo en las últimas elecciones- celebró “las excelentes relaciones” entre ambos países y destacó “las valientes reformas que en muy poco tiempo puso en marcha Mauricio Macri”. Incluso le aconsejó a su “amigo” que “el camino de las reformas es el correcto, el que nunca hay que abandonar y por el que siempre se debe transitar”.

Macri devolvió los elogios a quien ya había halagado en varias entrevistas con medios de la península: “El ejemplo de España es muy bueno para nosotros y estamos siguiendo el mismo rumbo”. Tan entusiasta estaba ante un auditorio que siente como propio, natural, que el jefe de Estado se animó a desafiar todas las estadísticas al decir que Argentina “está creciendo como hace 100 años no pasaba en el país”.

Desde el lado español no podían estar más contentos: la semana pasada el Poder Ejecutivo envió un un proyecto de ley para habilitar a las empresas de telecomunicaciones a brindar televisión satelital, profundizando la concentración de un mercado cuasi monopólico, con dos grandes pulpos dueños de la telefonía (fija y móvil) internet, la tv por cable y ahora con la posibilidad de tener también la satelital. Los dueños de Telefónica, el mayor grupo de telecomunicaciones del continente, no paraban de aplaudir al presidente argentino.