El aborto en el Senado: la otra batalla
Ayer arrancó el debate del proyecto de legalización del aborto en la Cámara Alta. Más hombres que mujeres entre los 18 expositores, apelaciones a la ley bíblica y presión de sectores clericales. Los distintos conteos muestran un escenario de empate técnico. Se votará el 8 de agosto.
miércoles, 11-julio-2018

En este recinto se definirá el 8 de agosto si el aborto es legal en Argentina o no.
Se puso en marcha en el Senado el debate por la despenalización el aborto, que culminará el 8 de agosto con la votación del proyecto que trae media sanción de Diputados, en lo que podría ser uno de los días más importantes del año para la política nacional. Pero ¿cómo es el panorama de cara a este mes de sesiones, negociaciones, declaraciones e intrigas que tenemos por delante? En el plenario de comisiones del Senado expondrán especialistas con posturas a favor y en contra, al igual que en Diputados. Algunos de ellos, incluso, son nombres repetidos respecto al debate en la otra Cámara.
Ayer, en el primero de los plenarios hubo 17 expositores: 10 en contra y 7 a favor. Fueron 9 varones -6 en contra, 3 a favor- y 8 mujeres -4 a favor y 4 en contra-, y 11 de ellos ya habían hecho su exposición en Diputados. Aunque los sectores que están en contra del proyecto intentaron varias maniobras para dilatar o dispersar la discusión: la presidenta del Senado, Gabriela Michetti, buscó girar el proyecto a varias comisiones innecesariamente; luego, propusieron llevar el debate a las provincias; finalmente, con el impulso del diputado cordobés Javier Pretto, se propuso la realización de una consulta popular. Por ahora, lo único concreto es que se votará el 8 de agosto.
Los conteos previos de los votos dan un escenario parejísimo. Si bien puede haber pequeñas diferencias según la fuente consultada, entre los 72 senadores habría entre 10 y 12 indecisos o que no han manifestado su opinión. Otra vez serán estos los que inclinen la balanza, ya que entre los que sí adelantaron qué rumbo tomarán, hay mitad a favor y mitad en contra (una de las fuentes consultadas apunta un 30 y 30, con 12 indecisos).
La Iglesia salió a jugar fuerte nuevamente y con renovados bríos para impedir que se apruebe el proyecto. Los sectores que están a favor volvieron a denunciar presiones de parte de sectores eclesiásticos, que ya ni se molestan en ocultarlas: varios de los tedeum por el Día de la Independencia fueron manifiestos en contra de la legalización del aborto. El arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, le pidió directamente al presidente que vete la ley en caso de que se apruebe.
“Hay una ofensiva muy fuerte por parte de los sectores clericales. Las manifestaciones de los obispos últimamente obligan a sus fieles a tomar posturas que consideramos arcaicas”, lanzaron desde la organización Católicas por el Derecho a Decidir. Además, apuntaron contra dos representantes de distintos credos que expusieron en el Senado: “Ayer directamente hubo entre los expositores un rabino y un cura, ambos con posturas antiderechos. Nombraban la ley bíblica, cuando en realidad eso es expresión de un sector de la sociedad que tiene una fe. Nosotros como ley tenemos la Constitución. Nombran designios divinos en un debate republicano y constitucional”.
Esta segunda ‘batalla’ legislativa asoma como una réplica de lo que sucedió en Diputados. Los sectores contra el aborto tendrán a la Iglesia como punta de lanza usando toda su fuerza para bloquear el debate. La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, fue una de las figuras de peso que se sumó a militar desde esa vereda: se mostró días atrás en una foto con el pañuelo celeste. Del lado de los movimientos de mujeres y de quienes promueven esta ley, la fuerza principal para cosechar voluntades entre los indecisos estará, una vez más, en la calle.