“El aumento de naftas puede ser del 30 %”

El especialista Víctor Bronstein, del CEEPYS, analizó el panorama de los combustibles en Argentina a pocas semanas del descongelamiento de precios de las naftas. Aseguró que hace falta “políticas energéticas” y remarcó que si bien se alinearon los precios de combustibles a los del mundo desarrollado los salarios argentinos no están a ese nivel.

 martes, 29-mayo-2018

El precio de las naftas, el nuevo valor a seguir cada día en pizarras.


Ya se sabe que la nafta hará temblar los bolsillos cuando termine de descongelarse el hielo que acordaron Aranguren con las petroleras. La fecha marcada es el 5 de julio y el primer aumento –de 12 %- compensará el atraso que acarreaban las pizarras previo a la firma del congelamiento. Pero los aumentos amenazan arreciar antes de fin de año y el gobierno tendrá un frente de batalla abierto. “Políticamente dudo que el gobierno vuelva atrás con el tema de regulación de precios”, señaló Víctor Bronstein, del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (CEEPYS).

El ingeniero remarcó que dos de las cuatro variables que determinan el precio de las naftas han aumentado. “En las últimas semanas el dólar aumentó más de un 20 % y el crudo, que hace unos meses cuando se liberó el precio de las naftas estaba a 60 dólares, llegó a estar a 80 la semana pasada y hoy está a 76. Es casi un 25 % más”, remarcó Bronstein, con lo cual “estamos en un aumento de naftas que puede ser de un 30 %”.

O sea: para fin de año hay que hacerse la idea de que el precio no sería inferior a los 40 pesos.

“Esto genera un problema en la economía. Todos los productos tienen atrás combustible, por el transporte. Acá es donde uno empieza a discutir el hecho de alinearse con el mundo”, indicó Bronstein. El problema es que hay una encrucijada: “Si no alineo los precios del crudo con el mundo tengo problemas para que lleguen las inversiones para desarrollar el petróleo y si tengo una actitud de mantener un precio que favorezca la competitividad puede generar problemas a mediano y largo plazo. Por esto hay que generar una política energética”.



Por otro lado, Bronstein criticó al gobierno al sostener que “el tema energético es muy complejo como para dejarlo liberado al mercado”, ya que “mientras los combustibles salen lo mismo que en el resto del mundo los salarios no son iguales a los de los países más desarrollados del mundo”. Esos son los países alineados al mismo precio que Argentina. Los países menos desarrollados subsidian para bajar los precios.

El gas se pone verde

La devaluación podría contradecir la teoría oficial de que ya sufrimos los últimos tarifazos. “El marco regulatorio tiene las tarifas dolarizadas, entonces obviamente la devaluación va a impactar fuertemente”, adelantó Bronstein.

“La energía es un derecho, forma parte de los derechos sociales. Las tarifas no son un derecho, son una cuestión económica. A esa tensión hay que resolverla: de acuerdo a la postura política uno la resuelve a favor de la gente o a favor del sector empresarial”, concluyó.