El brote negro de la xenofobia
El miércoles, durante la represión, cuatro extranjeros fueron detenidos. Aunque no hay pruebas de que hayan participado de la manifestación, los medios los demonizaron. Rogelio Frigerio dijo que los van "a deportar lo antes posible".
viernes, 26-octubre-2018

Anil Baran en la Catedral de nuestra ciudad. Vive hace dos años en Villa María y está casado con una argentina. Lo quieren deportar.
Este gobierno, que tanto habló de los brotes verdes, vio surgir su brote más negro. Los coletazos de la brutal y desmedida represión del miércoles -perpetrada mientras en el Congreso se aprobaba el plan de ajuste- no cesan. Cuatro extranjeros fueron detenidos el miércoles y se desató en el seno del gobierno y sus aliados un coro de declaraciones de corte xenófobo pidiendo castigos para los inmigrantes detenidos.
Anil Baran es un turco de 27 años que vive en Villa María con su esposa argentina. Había ido a Buenos Aires a sacar la partida de nacimiento actualizada a la Embajada de Turquía para obtener la residencia permanente. “No sabía ni que había marcha”, dijo. Los medios y los funcionarios lo pintaron casi como un terrorista, que es fanático del Che Guervara y entró ilegal desde Bolivia (ambos datos falsos). De los dos venezolanos -Víctor y Felipe Uleo- fueron señalados como agentes del servicio secreto de Nicolás Maduro. La realidad: son repartidores de Rappi. No hay servicio secreto ni complot. Sólo bicicletas. El último es un paraguayo, Luis Fretes.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo que espera “tener un juicio abreviado y deportarlos lo antes posible”. Horas antes, el senador Miguel Pichetto -cada vez más cercanos al gobierno- sostuvo: “Espero que los dos venezolanos, el paraguayo y el turco que fueron detenidos en el Congreso ya estén listos para salir del país”.
“Participasen o no de la movilización, son personas que están legalmente en la Argentina”, apuntó María del Carmen Verdú, de la Coordinadora Contra la Violencia Institucional (CORREPI). “Lo que indica la ley migratoria es que se puede hablar de deportaciones recién cuando haya una sentencia firme”, subrayó.
Además, lanzó una crítica ácida contra el gobierno: “Si vamos a hablar de expulsión de extranjeros nocivos para los intereses nacionales, empecemos por los que estan abriendo una oficina del FMI en el Banco Central”.