Diez años atrás, la extrema derecha europea casi no tenía representación parlamentaria y ahora consiguió gobernar.
La ultraderecha avanza en todo el mundo seduciendo a los sectores populares.
Con ribetes de protesta y posturas antiglobalización, se presenta como la solución a la crisis capitalista que atraviesa el planeta.
Espejitos retrovisores
Tras la crisis financiera global del 2008, la ultraderecha fue ganando terreno en todo el mundo.
Hace unos 10 años atrás, prácticamente no contaba con representación parlamentaria en Europa.
Hoy la tiene en la mitad de los países europeos y aspira a gobernarlos
De hecho, lo consiguió en Hungría – con Viktor Orban – y recientemente en Italia con el triunfo de Giorgia Meloni, admiradora de Benito Mussolini.
Giorgia Meloni ganó las elecciones en Italia bajo el lema 'Dios, Patria y Familia'
Aquí en Argentina, Javier Milei – líder de La Libertad Avanza – obtuvo el 17% de los votos en las elecciones legislativas 2021 en la Ciudad de Buenos Aires.
En su carrera presidencialista, Patricia Bullrich prometió reforma laboral y aseguró que usará las Fuerzas Armadas cuando sea necesario.
Patricia Bullrich y Javier Milei disputan un electorado que adhiere a ideas de extrema derecha en Argentina
Consultado por Al Revés, el sociólogo Miguel Ángel Forte consideró que hay un desplazamiento general de la política hacia la derecha.
Para el profesor de la UBA y FLACSO, la derecha apunta siempre a reforzar las jerarquías y la desigualdad social como solución frente a una crisis capitalista como la que estamos viviendo.
Con variaciones de acuerdo a las características del lugar y la sociedad, la ultraderecha se presenta con ribetes de protesta, antiglobalización y hasta con pseudo reivindicaciones de género.
“Es una situación muy curiosa y paradójica. En Francia o Italia se dirigen a sectores de izquierda cuando proponen cerrar las fronteras con el Islam para proteger a las mujeres”
Miguel Ángel Forte, sociólogo e investigador del Instituto Gino Germani
De esa manera, la sociedad percibe que la derecha puede satisfacer mejor sus necesidades votando a personajes como Jair Bolsonaro y Donald Trump porque se muestran rebeldes, populistas y “desafían” al establishment.
A pesar de los altos índices de inseguridad alimentaria, Jair Bolsonaro mantuvo la mayoría en el Parlamento y ganó las principales gobernaciones de Brasil
Distintos pero iguales
La ultraderecha tracciona y la derecha toma la agenda.
Ayudada por una crisis de representatividad y descrédito a las instituciones, la extrema derecha se apalanca en gobiernos neoliberales que rompen con pactos sociales y generan descontento social.
Socios en sostener al poder real y en proteger los intereses de los sectores concentrados de la economía, la ultraderecha y la derecha seducen y confunden a los sectores populares que terminan votando en contra de sí mismos.
Para el investigador Miguel Ángel Forte, la derecha se ha convertido en una postura que no avergüenza a nadie y que tiene una historia.
“En Argentina tenemos personajes que ya están formando parte de la Internacional de la Derecha como Milei, que habla en un acto que tiene – por momentos – hasta olor a la Falange Española”
Miguel Ángel Forte
Ya no necesitan maquillar lo que van a hacer.
Con medios de comunicación hegemónicos que respaldan sus ideas, la extrema derecha avanza en un mundo golpeado por la pandemia y por una guerra que no se sabe dónde va a terminar.
Durante la pandemia, las manifestaciones de la ultraderecha exigiendo 'libertad' comenzaron a darse con más frecuencia