El ejemplo boliviano
En una situación de evidente incomodidad por sus diferencias, Macri y Evo Morales hicieron breves declaraciones ante la prensa y luego almorzaron juntos. Dos modelos distintos con números muy alejados. ¿Cómo funcionaron las principales variables de la economía boliviana de 2015 hasta hoy? La sutil chicana de Evo al presidente argentino.
lunes, 22-abril-2019

Macri y Evo Morales trataron cuestiones comerciales vinculadas a la energía y la tecnología.
A diferencia de la última vez que estuvo en Argentina, esta vez Evo Morales sí se reunió con Mauricio Macri. La situación, evidentemente, no le agradaba a ninguno de los dos. Los temas principales de la reunión entre ambos mandatarios fue la transferencia tecnológica de Argentina a Bolivia y la cuestión energética, rubro en el que nuestro país es un gran comprador para el país del presidente de origen aymara.
Por eso, Evo Morales se vio obligado a repetir un par de veces lo que dijo al inicio de su breve discurso: “Somos dos países vecinos, con la misma historia en tiempos de colonia, vamos a ser vecinos de por vida y tenemos la obligación como presidentes y gobiernos por el bien de nuestros pueblos”. Los últimos tres años para ambos países han tenido recorridos contrarios. Bolivia tiene estabilizada su macroeconomía mientras Argentina acelera en la profundización de su crisis.
La economía boliviana creció al 4,3 % en 2016, al 4,2 % en 2017, al 4,7 % en 2018 y prevé un crecimiento de 4,5 % para este año. En cambio, el modelo macrista dejó una caída de 2,3 % en 2016, un crecimiento de 2,8 % en 2017 y una nueva caída de 2,6 % en 2018. El FMI pronostica una caída de 1,7 % para este año, si el escenario es favorable (si no, dice que la caída será mucho peor).
Por su parte, el descontrol inflacionario argentino -36,2 % en 2016, 24,8 % en 2017, 47,6 % en 2018 y un arranque de 2019 con 11,8 % en tres meses- contrasta con la calma boliviana. Del 4 % de 2016, el Gobierno de Evo Morales bajó a 2,71 % en 2017 y al récord de inflación baja de 1,51 % en 2018. Los pronósticos para 2019 siguen a favor de Bolivia: 4 % contra 30,5 % que el FMI prevé para nuestro país (y que, según parece, será mucho mayor).
Por último, el desempleo también marca una evolución similar. En el 2016, Bolivia tuvo 4 % de desocupación, que aumentó a 4,51 % en 2017, bajó a 4,27 % en 2018 y bajaría nuevamente a 4 % en 2019. En Argentina, el 7,6 % de 2016 se convirtió en 9,1 % en 2018 y, según el benévolo pronóstico de Lagarde y los suyos, este año terminará en 9,9 %.
Independencia tecnológica
Evo Morales destacó la transferencia tecnológica de Argentina hacia Bolivia y pidió no depender de los países centrales. Destacó que Bolivia va a empezar a industrializar sus recursos naturales por primera vez en la historia y que, a la hora de adquirir tecnología, gran parte proviene de Europa, Asia y Estados Unidos. “Tenemos la obligación de liberarnos como sudamericanos en la parte tecnológica”, subrayó el presidente boliviano.
¿Una chicana para Juliana?
Lejos de las posiciones antiinmigrantes que enarboló históricamente, Macri dijo que la comunidad boliviana en Argentina es “trabajadora, emprendedora, respetuosa de la convivencia” y que “siempre nos ha dado una enorme alegría en este esfuerzo de construir una mejor realidad para todos”. Evo agradeció las palabras del presidente argentino, pero dejo, sutilmente, un poco de pimienta. “Agradezco al pueblo argentino por dar facilidades a mis hermanos que vienen de Bolivia. Aportan al tema productivo, algunos hermanos viven de la fabricación de ladrillos. También escuchamos problemas con los textiles, problemas que siempre hay con los pueblos migrantes”, lanzó, casi recordando las acusaciones que pesan sobre la primera dama por trabajo esclavo con su marca Cheeky.