El Fondo debe esperar
La reestructuración de la deuda externa argentina impone una postergación de los pagos para lograr la estabilización de la economía. Sobre esta premisa construye el equipo económico de Alberto Fernández su estrategia para negociar nuevos plazos con el FMI y trasladar a 2024 los primeros desembolsos.
lunes, 3-febrero-2020

La estrategia del equipo que conduce Martín Guzmán apunta a conseguir una postergación hasta 2024 de pagos al FMI.
El próximo miércoles se encontrarán el ministro Martín Guzmán y Kristalina Georgieva, la directora del Fondo Monetario Internacional, y el tema central de la charla será el planteo de una postergación de los pagos acordados hasta 2024.
Mover hacia adelante el plazo de vencimiento de las obligaciones asumidas en 2018 por el gobierno de Mauricio Macri es una condición imprescindible para evitar que la economía de Argentina se desestabilice completamente, según adelantaron los funcionarios nacionales en una nota publicada por Página 12.
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“El acuerdo de estabilización de 2018, el stand by, desestabilizó más al país y comprometió más la situación externa”, dijeron los especialistas y agregaron que la postergación es “una condición necesaria” para comenzar a reactivar la economía.
Los compromisos que asumió Macri para 2020 imponen el pago de unos 21 mil millones de dólares de capital e intereses, mientras que para 2021 ese monto será de 19 mil millones y entre 2022 y 2023 se acumula un total de 63 mil millones. Una suma imposible.
“Los muertos no pagan”, había dicho Néstor Kirchner cuando fue a renegociar la deuda en 2004, y sobre esa misma lógica y certeza construirá Guzmán sus argumentos para lograr una salida que permita sobrevivir a la economía de Argentina en los próximos años.
Las promesas imposibles de cumplir que le hizo Macri a los acreedores y bonistas serán las que deberá salir a revertir el equipo económico en su gira por Europa. Hoy será la reunión del presidente con Ángela Merkel en Alemania y Kristalina Georgieva espera a Guzmán el miércoles, en El Vaticano, con el visto bueno del Papa Francisco en sintonía con la voluntad argentina de aplazar lo más posible el tiempo de pagar.