El fondo del iceberg de la violencia machista

Una encuesta realizada a profesionales de la provincia de Córdoba reveló una brecha salarial sexogenérica superior al 30% y una desigualdad del 42% en el tiempo dedicado a las tareas de cuidado. Por otro lado, más del 75% de las profesionales reconocieron haber estado expuestas a situaciones de violencia y discriminación en el ámbito laboral.

 martes, 23-marzo-2021

Más del 75% de las mujeres profesionales de la provincia de Córdoba admitieron haber sufrido experiencias de violencia y discriminación en el ámbito laboral.


En un año – 365 días – hubo 288 femicidios en nuestro país, según datos recopilados por el Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven. La dolorosa cifra representa la punta de un iceberg de una serie de violencias previas que urgen ser visibilizadas.

A través de una encuesta a más de 2800 profesionales de la provincia de Córdoba, la Fepuc junto a la Facultad de Ciencias Sociales (FCS-UNC) y la Asociación de los Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (Adiuc) indagaron en el fondo del iceberg y descubrieron profundas desigualdades sexogenéricas: una brecha salarial del 32% (que aumenta al 42% en el sector privado); y una dedicación de más del 20% del tiempo al trabajo doméstico y un 42% más de horas destinadas a las tareas de cuidado en comparación con sus colegas hombres.

El injusto escenario impacta y condiciona la autonomía de las mujeres: una herramienta fundamental a la hora de deconstruir las relaciones de violencia y discriminación que atraviesan todos los ámbitos dando cuenta de la dimensión estructural de este problema que tiene su expresión más extrema en los femicidios. “Una menor remuneración a igual trabajo desvaloriza el trabajo de las mujeres y las disidencias”, señaló Alicia Soldevilla, docente de la UNC. “Eso después se expresa en las trayectorias, en el acceso a los espacios de decisión y en la posibilidad de ingresar los reclamos en el ámbito laboral”, agregó.

El tiempo, la doble jornada y los malabares

En diálogo con Al Revés, la investigadora también hizo hincapié en el uso del tiempo, marcado por un fuerte mandato social patriarcal, que deriva en más horas de tareas domésticas y de cuidado y menos desarrollo profesional. “Las mujeres profesionales que realizan trabajo remunerado bajo la modalidad part time cobran un 53% menos que los varones. Ellas son quienes tienen que articular tiempos de trabajo remunerado y de trabajo de cuidado no remunerado, implicando sobrecargas y desigualdad en sus condiciones de vida”, destacó. “Hay que pensar políticas que desfamiliaricen, desfeminicen y redistribuyan ese trabajo porque es una forma de democratizar las relaciones”, propuso.

No es un chiste: es micromachismo

El estudio también reveló que más del 75% de las profesionales estuvieron expuestas a situaciones de violencia y discriminación. “Es mucho”, opinó Alicia Soldevilla. De ese porcentaje, más del 51% de las profesionales vivieron experiencias en donde se minimizaron o ridiculizaron los reclamos de las mujeres, y/o sufrieron falta de reconocimiento y crédito del trabajo, chistes o comentarios ofensivos. “Los datos nos hablan de un problema muy generalizado, muy presente y que está invisibilizado en los espacios de trabajo”, indicó la investigadora.

En ese sentido, la licenciada en Trabajo Social reconoció que hay que aplicar distintas estrategias en todos los ámbitos para conseguir deconstruir todas estas desigualdades históricas y culturales. “Es necesario ampliar la mirada y no sólo observar la expresión final y más trágica que son los femicidios”, consideró. “Los feminismos y movimientos LGTBIQ+ vienen luchando contra este flagelo. Es un momento central en el que los varones tienen que problematizar sus privilegios y aportar a los procesos de transformación desde sus propias prácticas cotidianas y desde los diferentes lugares que ocupan”, finalizó.