“El gobierno erra el diagnóstico con la inflación”
El economista José María Rinaldi analizó los índices que publicó el Indec sobre el IPC de marzo, a quien cuestionó también sus “limitaciones metodológicas” y la “falta de credibilidad”. Además, subrayó que “el problema no es monetario como cree el macrismo”, sino que tiene que ver “con concentración económica, la estructura productiva argentina y la dependencia del dólar en un país que exporta lo que come”.
viernes, 13-abril-2018

El jefe de Gabinete junto a las autoridades económicas del gobierno.
En dos años y medio de gobierno el macrismo no ha logrado bajar la inflación, a pesar de que en campaña dijo que “era lo más fácil del mundo”, y las perspectivas de aumentos de precios se mantienen para 2018 al ritmo de tarifazos descomunales para la economía popular.
Para analizar el 2,3% que registró el Indec en el mes de marzo –que acumula un 6,7% en el primer trimestre-, y la política macroeconómica de Cambiemos, el economista José María Rinaldi dialogó con Nada del Otro Mundo: “El Indec iene las limitaciones metodológicas, porque subestima la inflación, no la pondera por ingresos de los ciudadanos, no toma en cuenta elementos principales de los servicios y encima utiliza una canasta de medición obsoleta, del 2004/2005”.
Según el profesor universitario, “la inflación es mayor, es lo que percibe la gente y este Indec es igual de poco confiable que el anterior”. Por eso sugiere “utilizar otros índices, de otras entidades, otros cálculos, porque la cuestión práctica de la inflación tiene la limitaciones de qué índice uso”.
Fundamentalistas
Sobre porqué el gobierno no le encuentra la vuelta a lo que el propio Macri definió como “la incapacidad de un gobierno” en la campaña de 2015, Rinaldi fue terminante: “Hay un fuerte error de diagnóstico, sostiene en forma fundamentalista que la inflación es un problema monetario, de déficit fiscal, algo que está desmitificado hata por el propio FMI, que analizó la inflación entre 1963 y 2001 y no encontró una relación, ni siquiera baja, de que la raíz es monetaria, y al gobierno empíricamente le ha ido muy mal con esta receta”.
Para llevarlo a situaciones prácticas y cotidianas, el economista puso varios ejemplos: “En qué te influye el déficit fiscal en el precio del combustible, en nada, solo que se juntan tres petroleras y lo definen, como Rocca es el único que define el precio del aluminio o dos empresas el precio de la cerveza”. Por eso, asegura, la inflación tiene que ver “con la concentración, los oligopolios, con la estructura económica. La expansión monetaria la puede aumentar o acelerar, pero no es la causa básica”.
Es más, desde una visión heterodoxa de la economía, Rinaldi afirma que “contraer la base monetaria es una medida paliativa que enfría la economía y cambia los precios relativos porque cae el salario”.
El dólar, otro problema
Además de estas razones, quien enseña economía argentina en la UNC advierte de otro elemento determinante en la suba de precios: “Cuidado porque la inflación es alta con un dólar anclado, el dólar se constituye en un instrumento de precios en forma instantánea porque exportamos lo que comemos. Por eso una devaluación hace que los precios de los alimentos aumenten, lo que a su vez afecta de manera decisiva en los sectores más pobres”.
Tarifazos
Otro aspecto central de la caída del consumo y la inflación son los brutales aumentos de tarifas, que el gobierno pretende que la sociedad los naturalice: “La gente tiene terror a la boleta y restringe el consumo, provocando recesión económica. Al anclar las jubilaciones y congelar las paritarias el gobierno espera bajar la inflación, pero esto no ocurre, el efecto es el desmantelamiento del consumo”.