“El gobierno intentará avanzar todo lo que pueda en la reforma laboral”
Norberto Ciaravino es un reconocido especialista en el derecho laboral, y hasta diciembre del 2015 Jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación. En diálogo con Al Revés plantea que el gobierno de Macri intentará, como el de Temer en Brasil, avanzar sobre los derechos individuales y colectivos de los trabajadores. Marcos Peña, jefe de Gabinete, reconoció hoy que “existe la intención pero no un proyecto específico”, sobre la mentada reforma.
martes, 19-septiembre-2017

Mientras el gobierno mira a Brasil, Ciaravino advierte que en ese país se votó una "regresión decimonónica" de los derechos laborales.
Por Camilo Ratti
“Por ahora, el gobierno se oculta en el plano de las vaguedades, pero intentará, como en Brasil, avanzar todo lo que pueda, ya sea con su habitual ‘si pasa pasa’, o aprovechando la desarticulación de la oposición parlamentaria”, advirtió Norberto Ciaravino, histórico abogado laboralista cordobés y ex Jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo hasta diciembre del 2015.
A las versiones que el actual ministro de la cartera laboral, Jorge Triaca, viene dejando trascender desde que en el vecino país se aprobó de manera escandalosa una reforma laboral cuasi feudal, hoy Marcos Peña, Jefe de Gabinete, confirmó que estudian una reforma para después de octubre: “Existe la intención pero no un proyecto específico”, y se atajó diciendo que “irán avanzando sobre la cuestión con la vocación del diálogo entre todos los sectores”.
“El gobierno nacional enfrentará el disenso social y a las organizaciones sindicales, más allá de sus notorias dificultades y discrepancias”.
Norberto Ciaravino, abogado laboralista y ex Jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación.
La flexibilización laboral fue desde el primer minuto uno de los objetivos centrales del gobierno, y una obsesión que Macri nunca ocultó y que se vio fortalecida a partir de lo ocurrido en Brasil. En este sentido, Ciaravino alertó que “en la reforma brasileña pueden distinguirse dos planos principales, uno referido al derecho individual del trabajo, que apunta contra la jornada, los descansos, las vacaciones, la remuneración, la salubridad, entre otros puntos, que buscan reducir la protección a mínimos extremos, que en el caso de los trabajadores rurales bordea los límites de la esclavitud”.
Con décadas de experiencia y gestión en el ámbito laboral, Ciaravino asegura que irán tambien por las organizaciones: “El otro plano es el de derecho colectivo, que hace a la “vida” de estas regulaciones limitando los organismos de control y evitando cualquier posibilidad de evolución positiva. Me refiero a los aspectos más dinámicos de las relaciones laborales, a la desnaturalización del “delegado”, al debilitamiento de las organizaciones sindicales, a la eliminación del convenio colectivo por actividad y a los obstáculos para el acceso a la justicia del trabajo, cuya eliminación esta en carpeta”.
Regresión histórica
Para el ex compañero de Atilio López, estamos ante una posible “regresión decimonónica hacia la precuela del derecho del trabajo, que ubica al dependiente ante su empleador, despojado de mininas protecciones y totalmente “individualizado“, privado de una inserción social que le permita tutelarse ya sea con el sindicato o la justicia, lo que dificulta aún más la posibilidad de mejorar su situación con un convenio colectivo”.
Y aunque todo está por verse y dependerá de la correlación de fuerza -parlamentaria y callejera-, algunas hipótesis se pueden plantear siguiendo el hilo de las declaraciones oficiales, pero básicamente analizando la historia y el recorrido de quienes hoy gobiernan el país: “Para intentar predecir qué hará el gobierno argentino para alinearse con la legislación brasileña, conviene recordar que allí el proyecto entró al Congreso con una decena de artículos y salió con un centenar de reformas, lo que muestra que los legisladores y sus inspiradores “arrebataron” aprovechando la desmembrada situación política y sindical que el momento permitió”.