El gran marco rojo

El Indec informó que la deuda externa argentina aumentó en 19.192 millones de dólares en el trimestre enero-marzo y asciende a 253.741 millones de esa moneda. La máquina de generar deuda está imparable: el país se endeuda a un ritmo de casi 9 millones de dólares por hora.

 miércoles, 27-junio-2018

Caputo, en el centro de la escena: si bien ahora pasó al Banco Central, fue el ministro encargado de generar la deuda..


Mientras ayer Argentina resolvía su gran engima mundialista ante Nigeria con un gol de Marcos Rojo, desde el Indec difundían el que podríamos llamar el verdadero marco rojo de nuestra economía: el crecimiento brutal y descontrolado de la deuda externa. En el primer trimestre del año, la deuda aumentó 19.192 millones de dólares respecto a diciembre, escalando hasta los 253.741 millones.

La comparación interanual es todavía más lapidaria: respecto al mismo período del año pasado el aumento es de 54.873 millones de dólares, es decir un 27,5 por ciento más que los 198.868 millones de deuda con los que arrancó abril de 2017.

Dos datos: el 68 por ciento de la deuda externa argentina está en dólares, por lo que la brutal devaluación sólo acentúa más y más el perjuicio para las arcas públicas; lo difundido por el Indec todavía no toma en cuenta los 50 mil millones de dólares que el gobierno le pidió al FMI.

Ni la emoción generada por el vértigo futbolístico podrá superponerse al sacudón de estos datos. La deuda externa argentina ya debe medirse en una especie de velocidad. En enero-marzo el motor del endeudamiento corrió a 8.885.185 dólares por hora. Esto significa más de 213 millones de dólares por día y un aumento de la deuda por persona de aproximadamente de 436 dólares. Cada argentino debe entonces unos 12.077 pesos más que a fin de año, a cotización de hoy.

El peso de la generación de la deuda pasa por el sector público: el 60 por ciento de la deuda fue por cuenta del gobierno; el 9 por ciento, responsabilidad del Banco Central; el 3 por ciento, las sociedades captadoras de depósitos; el 1 por ciento, otras sociedades financieras; y el 27 por ciento a sociedades no financieras y hogares.