El gran simulador

Michel Temer, presidente de Brasil, descartó que vaya a renunciar luego de las denuncias de corrupción que lo comprometen en millonarios sobornos para comprar el silencio de eventuales delatores a la operación anticorrupción Lava Jato. Pidió ser investigado por el Tribunal Superior del vecino país.

 jueves, 18-mayo-2017


“No renunciaré. Repito: no renunciaré”, dijo un enérgico Temer en una conferencia de prensa, y subió la apuesta: “yo no compré el silencio de nadie, sé lo que hice, sé sobre la rectitud de mis actos”, afirmó Temer durante un discurso en cadena nacional desde el Palacio del Planalto.

“En ningún momento autoricé que se pagara a nadie. Por una razón sencilla, no temo ninguna delación; no tengo nada que esconder, la Corte resolverá todas las dudas”, enfatizó, en un discurso que parecía de campaña electoral, en el que no dejó de autoadularse y felicitarse por la gestión que desde hace un año lleva adelante al frente del país, luego de haber sido apuntado como uno de los conspiradores de la destitución de Dilma Rousseff junto al hoy detenido Eduardo Cunha.

Aunque durante todo el día asesores y aliados le recomendaron a Temer dar un paso al costado, sobre todo a partir de la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) que autorizó una investigación en su contra, Temer resiste en su cargo y acusa a sus opositores de montar una conspiración política.



Habrá que ver cómo impacta esta crisis política en el gobierno argentino, ya que Mauricio Macri fue el único presidente de la región que no cuestionó su llegada al poder, y que incluso mantuvo con dos reuniones con él, una en Argentina y otra en Brasil.