El juez Sergio Moro ordenó la detención de Lula
Tras el rechazo al hábeas corpus presentado por el expresidente brasileño, Sergio Moro siguió el libreto al pie de la letra y le dio tiempo hasta mañana a las 17 (hora brasileña) para presentarse en una sede policial.
jueves, 5-abril-2018

El juez Sergio Moro hizo lo que se esperaba de él. Le dio 24 horas a Lula para presentarse voluntariamente.
Tras la decisión del Supremo Tribunal Federal, la orden del juez Sergio Moro para que Lula se entregue y quede detenido entraba dentro de lo previsto. El magistrado le dio tiempo a Lula hasta mañana a las 17 para presentarse en la Policía Federal de Curitiba y comenzar la ejecución de la pena que el tribunal de segunda instancia aumentó a dos años y un mes.
“En relación a Lula, le concedo, en atención a la dignidad del cargo que ocupó, la oportunidad de presentarse voluntariamente en la Policía Federal”, redactó Moro, intentando disfrazar de benevolente su resolución. La Policía Federal brasileña tiene preparada una celda especial para alojar al expresidente, en una sala reservada en la Superintendencia de la Policía Federal.
El magistrado que condenó a Lula en primera instancia afirmó que ya no hay posibilidades de interponer recursos suspensivos que modifiquen lo dispuesto por el Tribunal Regional de la 4ta. Región (de Porto Alegre, el que lo condenó en segunda instancia). Sin embargo, hay otras opiniones de juristas que aseguran que Lula todavía tiene lugar para presentar recursos jurídicos que tuerzan su destino. Pero nada cambiará la orden de Moro ni el plazo para presentarse y quedar, al menos por ahora, detenido.
Sergio Moro también dispuso la detención del expresidente de la empresa constructora OAS, Leo Pinheiro, quien vio reducida su pena a tres años, seis meses y veinte días, gracias a que se acogió al régimen de delación premiada. Fue él quien señaló que le había dado el tríplex en Guarujá a Lula como soborno y sobre ese testimonio -y ninguna otra prueba- se asentó la condena a quien es hoy el candidato con mayor intención de voto para las presidenciales en Brasil. No hay documento alguno que certifique que ese inmueble -ya célebre- en Guarujá pertenece a Lula.