Doce días: el largo trajinar de Pecas Soriano

La huelga de hambre del médico Carlos "Pecas" Soriano ya lleva doce días. La insensibilidad del Apross le rechaza la cobertura de una operación de urgencia de su ojo. Reclama 80 mil pesos.

 viernes, 9-junio-2017


“Lo que yo vi es que sale la gente llorando y sin solución. Esto no es una obra social”. La puerta del Apross, para Carlos “Pecas” Soriano, médico de profesión, es un desfile de desdichas que ponen la salud de muchos en riesgo. Desde que vio lo que vio, “Pecas” Soriano decidió que no iba a contratar a un abogado para dar su lucha en solitario. Que eran muchos y que alguien se la tenía que jugar. Por eso hace doce días que está en huelga de hambre frente al Apross.

El caso de Soriano es más o menos así: sufría una patología ocular seria, se hizo un tratamiento en Buenos Aires y algunas operaciones. El problema apareció cuando el 7 de diciembre le tuvieron que eviscerar uno de sus ojos de urgencia, del cual ya había quedado ciego. Como no lo operó su médico -que sí atendía por Apross- sino otro de la misma clínica, el Apross no le cubrió la cirugía. “Cuando uno está con 20 miligramos de morfina y dos cuchillos en la cabeza no tiene tiempo de preguntar si la obra social lo cubre”, dijo con cierta ironía Soriano en diálogo con Nada del Otro Mundo.

A partir de ahí empezo un largo trajinar para reclamarle al Apross 80 mil pesos -la mitad del costo de la operación- que terminaron en el reclamo que ya lleva doce días y pone en peligro su salud, en reclamo por la falta de atención del Apross a los miles de casos como el suyo. “Acá no hay vulnerables, hay vulnerados. Vulnerados por una enfermedad y luego por quien tiene la obligación de brindarles salud”, reflexionó Soriano. El Apross lo acusó de presentar facturas apócrifas en su reclamo, pero luego tuvo que desdecirse. Para “Pecas”, eso fue “una puñalada”.

Su reclamo ha recibido apoyo de numerosos referentes sociales, artistas y políticos aunque todavía se mantiene la negativa del Apross. Sonia Torres, Guillermo Mariani, Mariano Oberlín, Doña Jovita, entre otros, se acercaron a su casilla instalada sobre la Cañada a mostrarle su solidaridad. “Tenemos un libro negro donde vamos anotado cientos de reclamos que se van a viabilizar por intermedio de una legisladora y queremos que se haga una auditoría. Queremos saber qué pasa con los millones de pesos que entran acá”, reclamó Soriano.


“Acá no hay vulnerables, hay vulnerados. Vulnerados por una enfermedad y luego por quien tiene la obligación de brindarles salud”.

Pecas Soriano