El lawfare ecuatoriano
La Justicia de ese país pidió la prisión preventiva del expresidente Rafael Correa. Lo acusan por una presunta vinculación con un secuestro de un dirigente opositor en 2012. “Es un claro ejemplo de persecución política”, aseguró el analista de política internacional Pedro Brieger.
miércoles, 4-julio-2018

Rafael Correa denunció "un complot" en su contra y dijo que publicará un video en las próximas horas respecto a su pedido de detención.
Ecuador se suma a la lista de países sudamericanos en los que la Justicia se mete a jugar fuerte en la arena política. La jueza Daniella Camacho hizo lugar a un pedido de la fiscalía y ordenó la prisión preventiva contra el expresidente Rafael Correa. Al igual que en Brasil, en Argentina o en Paraguay, el poder judicial va contra los representantes de gobiernos populares luego de que estos dejan el poder.
La medida contra el expresidente tiene que ver con que Correa no se presentó en Ecuador tal como disponía una cautelar impuesta por la propia jueza Camacho, que obligaba al líder político a concurrir cada 15 días a partir del 2 de julio ante la sala en lo penal, en Quito. Vale decir que Correa reside en Bélgica y que sí se presentó ante el Consulado ecuatoriano, dando cuenta de su voluntad de cumplir con lo dispuesto judicialmente pero de forma más racional (lo otro le implicaría viajar cada dos semanas a Ecuador sólo para decir ‘presente’).
Fiscal puesto a dedo, vinculación sin ninguna prueba, jueza que se allana al desacato de la Asamblea Nacional, medida cautelar imposible de cumplir, etc.
¿Saben cuánto éxito va a tener esta farsa a nivel internacional?
No se preocupen, todo es cuestión de tiempo.
¡Venceremos! https://t.co/zjjp67gl4D— Rafael Correa (@MashiRafael) 3 de julio de 2018
El pedido de prisión preventiva se inscribe en el marco de una causa donde se lo acusa a Rafael Correa de presunta “asociación ilícita y secuestro” del exasambleísta Fernando Balda, un hombre al que en Ecuador lo señalan como vinculado al narcotráfico. El supuesto secuestro ocurrió en Colombia en 2012.
Correa denunció que esto es parte de “un complot”. La Justicia solicitó ayuda a Interpol para capturar a Correa y extraditarlo, pero el expresidente argumentó que “una monstruosidad así jamás prosperará en un Estado de Derecho como Bélgica”.
Para el periodista Pedro Brieger, esto “es un claro ejemplo de persecución política”. “El gobierno de Lenin Moreno –actual presidente, llegó como aliado del correísmo- está marcando su distancia respecto al gobierno de Rafael Correa. Lo que se busca a través de la Justicia es acorralar al expresidente, mantenerlo fuera del país para que no pueda reorganizar sus filas después de la ruptura entre él y Moreno”.
Rechazamos solicitud de la Fiscalía de Ecuador de prisión preventiva contra el expresidente de ese país, Hno. @MashiRafael. Denunciamos politización de la justicia ecuatoriana e injerencia de #EEUU en intención de encarcelar a un inocente. Estamos contigo Hno. Correa ¡Venceremos!
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 4 de julio de 2018
Primero Cristina. Luego Lula. Ahora Rafael Correa. Cese a la persecución contra los líderes auténticos de nuestra América. La Revolución Bolivariana se solidariza con el pueblo de Ecuador y @MashiRafael
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) 4 de julio de 2018
Toda mi solidaridad con Rafael Correa (@MashiRafael). La casta judicial, los monopolios mediáticos y los especuladores financieros son las tres armas del nuevo Plan Cóndor pero la Patria Grande resurgirá fortalecida.
— Juan Grabois (@JuanGrabois) 4 de julio de 2018