El machirulo no se rinde

Vio un escándalo sexual que, hasta ahora, solo es comprobable en el terreno de su imaginación. Consideró difícil sostener una discusión política porque del otro lado había una “mujer bonita” y consultó si había un entrevistado hombre para debatir. Calificó de “gato” a la pareja del actual intendente de Lomas de Zamora y, cuando le cuestionaron el término, corrigió: “prostituta de alto nivel”. Con ustedes, Fernando Iglesias: machirulo de pura cepa, troll de ocupación; diputado de apariencia.

Después de tejer un manto de sospechas y de reducir a objeto sexual a algunas mujeres – entre ellas, Florencia Peña – por haber mantenido reuniones con el presidente en la Quinta de Olivos, hoy volvió a la carga. Ni el pedido de exclusión de la Cámara de Diputados presentado por legisladoras del Frente de Todos, ni la distancia que marcó María Eugenia Vidal lograron detenerlo. Con tono provocador, retuiteó dos comentarios de Florencia Peña en donde la actriz desafía al machismo asumiéndose como “puta” y “petera”.

Blindado como buen hijo sano del patriarcado, Fernando Iglesias aseguró que su candidatura “sigue firme y no corre riesgo”, al mismo tiempo que equiparó el derecho de expresión y opinión de sus compañeras de espacio – María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato – con sus expresiones de odio. “Tienen todo el derecho a decir lo que opinan y yo también”, dijo a La Nación.

A pesar de haber recibido el apoyo de distintas organizaciones como Actrices y Periodistas Argentinas y Abuelas de Plaza de Mayo, los ataques de violencia machista en redes sociales impactan de manera contundente en las personas. “Hoy Florencia Peña no estuvo al frente de su programa de televisión porque, anunciaron, está ‘colapsada emocionalmente’. La violencia machista nos golpea en el cuerpo y en el alma y nos lastima, siempre. Pero también nos hace más fuertes”, comunicó la diputada Gabriela Cerruti, autora de la solicitud para que aparten al representante del Pro en la Cámara Baja.