El mejor equipo offshore de los últimos 50 años
El subsecretario de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, ocultó una empresa offshore con una cuenta de 1,2 millones de dólares en Andorra, según publica el diario El País, de España. El funcionario lo justificó diciendo que fue "un favor" a su amigo, el empresario futbolístico Paco Casal, involucrado en el FIFA-Gate.
viernes, 16-febrero-2018

Valentín Díaz Gilligan, subsecretario de la Presidencia, salpicado por otro escándalo offshore.
Sale Caputo y entra Díaz Gilligan podría decir el director técnico del equipo presidencial, buscando darle rodaje a su nueva figura: el subsecretario de la Presidencia es titular de una empresa offshore con una cuenta de 1,2 millones de dólares en Andorra, según publicó el diario El País, de España.
El funcionario macrista figuró hasta noviembre de 2014 como director de la firma Line Action, dedicada a la compra y venta de jugadores, radicada en Inglaterra pero perteneciente en un 100% a empresa panameña denominada Nashville North Inc.
El propio Díaz Gilligan aceptó ser propietario de esa cuenta, pero para hacerle “un favor” a su amigo, el empresario uruguayo Paco Casal, el capo del fútbol oriental.
La información que publica el medio español fue posible gracias a que Andorra eliminó el secreto bancario el año pasado, y señala que Díaz Gilligan abrió la cuenta en 2012, cuando ya era asesor en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con Macri como jefe de gobierno. Y la mantuvo actividad hasta 2014, cuando el actual subsecretario general de Presidencia había alcanzando el cargo de director general de Promoción Turística.
“Francisco Casal tenía problemas en su país y me pidió el favor. Tenía un juicio con el fisco que ganó y no podía figurar. Confiaba en él. La plata nunca fue mía. Además, yo no ejercía entonces cargo público. Era asesor y facturaba como autónomo”, explicó Díaz Gilligan sobre la gauchada hecha al empresario dueño de Gol TV e involucrado en el FIFA Gate.
Según los documentos, la actividad de la offshore siguió hasta el 3 de noviembre de 2014, once meses después de que asumiera como funcionario en Promoción Turística del gobierno porteño. En su defensa, Díaz Gilligan señaló que “creí que había cesado en julio de 2014”. Sin embargo, la nota de El País informa que “el dirigente abandonó entonces su puesto de director de la mercantil, pero volvió a ocupar el mismo cargo horas después, según el registro mercantil de Reino Unido”.
Un escándalo más para tratarlo en el vestuario, entre los jugadores del mejor equipo de los últimos 50 años, con las olas del mar como música de fondo.