Cual si fuera el juego del TEG, las potencias mundiales van marcando los territorios con acuerdos económicos, golpes blandos y armas.
Ayer Rusia concretó una operación militar en Ucrania que ya dejó más de cien muertos.
El ataque irrumpe en la escena mundial como una advertencia a la expansión de EEUU y en medio de la tensión que mantiene el país norteamericano con China desde hace bastante tiempo.
Jaque mate
Ayer el mundo se despertó con la noticia del ataque militar de la Federación Rusa en territorio ucraniano.
La tensión se venía gestando desde hace ya varios años cuando las potencias mundiales como Estados Unidos, China y Rusia comenzaron a utilizar los negocios, el financiamiento de golpes blandos y las armas como una forma de dominar distintas regiones.
Lo cierto es que, luego de la Caída del Muro de Berlín, la OTAN no cumplió con su palabra de no extenderse hacia Europa del Este.
En el transcurso de los últimos 16 años, fue incorporando a los países de la ex URSS y acorraló a Rusia en su frontera occidental.
Solo Ucrania y Bielorusia quedaron por fuera y se convirtieron en dos puntos geopolíticos fundamentales en la disputa.
Allí fue la potencia norteamericana a plantar bandera.
Telma Luzzani, analista internacional, recordó que EEUU financió y alentó los disturbios conocidos como Euromaidán antes de las elecciones del 2014 en Ucrania, en donde luego ganó un presidente prooccidental.
En aquel momento, solo las provincias de Donetsk y Lugansk se autoproclamaron separatistas y desconocieron las autoridades de su país.
Días atrás, el presidente Vladimir Putin realizó una jugada importante y reconoció la independencia de las dos regiones que registran un 80% de población rusa.
Con el ataque militar de ayer, el presidente ruso buscó frenar las acciones del gobierno ucraniano en la región.
Si bien no se puede prever qué sucederá de aquí en adelante, Telma Luzzani recordó el potencial bélico que tienen ambas potencias.
“Rusia y EEUU tienen armas de una letalidad que no podemos imaginar y que pueden aniquilar el mundo de una manera impresionante”
Telma Luzzani, analista internacional
Rehén de Occidente
En medio de la escalada de violencia, el pueblo ucraniano quedó atrapado y ya registra más de cien muertos.
Además de su importancia a nivel geopolítico, también entran en juego sus recursos energéticos.
En Chernóbil se está trabajando en una central de energía solar que podría alcanzar la misma cobertura que tenía la anterior planta en los próximos cuatro o cinco años.
A su vez, el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 transportará gas natural desde Rusia a Europa.
Detrás de escena, asoma la tensión que mantienen China y Estados Unidos.
En ese sentido, China buscó una alianza energética con Rusia y sustenta gran parte de su economía.
“Creo que el ataque fue minuciosamente planificado por Putin y ahora se juega el todo por el todo”
Telma Luzzani
La pelota ahora quedó del lado de Occidente. Mientras tanto, el mundo multipolar observa cómo se lo disputan los mismos de siempre.