Con un aumento acumulado de precios del 51% en el 2021, el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central pronosticó un 55% para este año.  

Cuesta arriba

Comer, beber y vestirse lesionaron el bolsillo de los argentinos.

La inflación acumulada anual fue del 50,9% y las expectativas para el 2022 no son mejores.

El Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA pronosticó un aumento de precios del 55% para este año.

Un número muy lejano al 33% que estimó el gobierno nacional en el presupuesto que rechazó el Congreso.

De acuerdo al relevamiento de precios de supermercados que realizan semanalmente desde CESO, la primera semana de enero de este año registró una variación del +0,5% y la segunda un +0,9%.

En la carrera de la suba de los precios, todo indica que los alimentos y las bebidas no alcohólicas quieren continuar siendo los de mayor incidencia en casi todas las regiones.

El aguante del bolsillo

Sumado a esto, ayer el INDEC dio a conocer el monto de la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Básica Total correspondiente al mes de diciembre.

Si bien acumularon una inflación algo menor a la anual – 45 y 40% respectivamente – las cifras superan los ingresos promedio de la mayoría de los argentinos.

Para no ser indigente, una familia precisó $32.963. Para no ser pobre, $76.146.

Según el último informe de la Evolución de la Distribución del Ingreso que emitió el organismo, el ingreso promedio per cápita del total de la población fue de tan solo $31.035 en el tercer trimestre del 2021.

Entre los asalariados, la entrada promedio fue de 50.849 pesos.

Así, no hay bolsillo que aguante.

A pesar de las medidas que buscaban controlar el incremento de los precios y los intentos de recomposición salarial, la inflación sigue sin dar tregua y condena a la pobreza a más del 40% de la población argentina.