El PAMI, con la tijera afilada

El Colegio de Farmacéuticos señaló que los jubilados están consumiendo alrededor de un 40 por ciento menos de medicamentos, gracias a los recortes gubernamentales en la cobertura del cien por ciento.

 viernes, 13-octubre-2017

El PAMI es negocio para muchos, pero no para los pacientes y los médicos de cabecera.


Es lo último (o casi) que los consumidores abandonan por imposibilidad económica. Es que los medicamentos ayudan a la prevención, a aliviar los síntomas o curar todo tipo de enfermedades. Por eso es dolorosa la estadística del Colegio de Farmacéuticos sobre la reducción del consumo por parte de los jubildados. En febrero, cuando todavía el Estado cubría los medicamentos al 100 por ciento, se entregaban casi 7 millones de unidades. Hoy apenas 4. O sea, la caída superaría el 40 por ciento.

“En febrero se quitaron cierta cantidad de medicamentos de la cobertura del 100 por ciento y los jubilados tuvieron que empezar a pagar el 50 por ciento -en la mayoría de los casos- de lo que valían esos productos. En principio se creía que no los estaban sacando porque estaban acumulando stock. Pero ahora, pasados los meses, vemos que los jubilados han dejado de tomar medicamentos“, dijo Georgina Giraldi, vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos. Los medicámentos que están abandonando no ponen en peligro concreto la vida de las personas, pero sí golpean sobre la calidad de vida.



“Son medicamentos para la la artrosis, vitamínicos para osteoporosis, el calcio, analgésicos. Manifiestan que se aguantan el dolor porque no lo pueden pagar”, expresó Giraldi acongojada. Son medicamentos recetados por sus médicos, los necesitan y no los tienen por una cuestión económica.

Farmacity, pulgar abajo

Giraldi se solidarizó con los farmacéuticos bonaerenses en relación al tema Farmacity. El problema es que la empresa del funcionario macrista Mario Quintana no quiere respetar la ley que imposibilita que una farmacia esté a menos de 300 metros de la otra y que, además, impide que sea una sociedad anónima. “Ellos exigen el derecho del libre comercio, pero la farmacia no es un comercio, los medicamentos son un buen social. Ya ha instalado sucursales que se llaman Simplicity, esperando el momento en que hagan caer las leyes para instalar los Farmacity”, completó Gilardi.