El pañuelo no se mancha

Dos referentes del movimiento que reclamó la legalización del aborto, Dora Barrancos y Nelly Minyersky, destacaron la consolidación del movimiento de mujeres y que la legalización va a llegar, tarde o temprano. “En este día, festejo a Córdoba, que estuvo del lado de las posiciones libertarias”, dijo Barrancos.

 jueves, 9-agosto-2018

Los colectivos de mujeres aseguran que la lucha sigue. Saben que la legalización del aborto será ley. Antes o después, pero será.


El día después dejó un sabor agridulce para quienes reclaman la legalización del aborto. Amargo cuando se miran los números de la votación en el Senado, pero de un dulce alivio cuando se ven las imágenes de las masivas movilizaciones. “Logramos una adhesión que nos va a permitir luchar mejor por la educación sexual integral, seguir luchando por la despenalización. Ganamos nosotras, las millones de mujeres que ayer hicimos sentir nuestras voces. Si los senadores no las escucharon, es un problema y una responsabilidad de ellos”, lanzó la histórica abogada Nelly Minyersky.

Por su parte, la socióloga Dora Barrancos destacó “la masividad del reclamo, de este imperativo de libertad que no retrocede porque esta página no ha sido dada vuelta”. A la hora de analizar los números, Barrancos sostuvo que, si bien se sabía que el poroteo venía cuesta arriba, hubo “defecciones y abstenciones que debieron ser positivas”.

“Hubo un grupo que nos generó mucha consternación, que votó con mandato directo de sus obispos”, señaló Barrancos. La abogada indicó que, tras sus votos, los legisladores “ocultan una gran creencia religiosa”. “¿Cómo puede ser que tengan poder sobre derechos tan íntimos y privados como la sexualidad o cuándo tener hijos? Ese poder es ilegítimo”, se preguntó Minyersky.

Minyersky calificó al Senado de “institución antigua y antidemocrática” y manifestó que “hay senadores que no están actualizados, sobrepasaron la edad para ser políticos en acción, en contacto con el pueblo”.

Ambas coincidieron en que el pañuelo verde no se mancha y hay que mantenero como símbolo. “¡No lo guarden! Yo lo tengo puesto”, dijo Minyersky. Barrancos contó que hoy lo tiene “flameando más que nunca” y que “todo este mujerío extraordinario no tiene problema de pasar de la resistencia a la resistencia”.

La variante Córdoba

Para Barrancos, el grupo de senadores cordobeses fue “una buena revelación”. “Felicito a los representantes, tuvieron un pasaje durísimo de mucha agresión y hostilidad. En este día, festejo a Córdoba, que estuvo del lado de las posiciones libertarias”, dijo la socióloga. Puntualizó en Ernesto Martínez y en Laura Rodríguez Machado, “a quien le agradezco los esfuerzos para que el dictamen de Cámara tuviera una amigable receptividad en el Senado, hizo intentos denodados”.

A todas les tocó un caso en la familia

Para la socióloga, “no hay ningún tronco familiar en la Argentina que no haya pasado por la experiencia del aborto en alguna de sus mujeres. La abuela, la bisabuela, la tía…alguna pasó por la circunstancia decidir”. El problema es que el patriarcado incorpora mujeres a su lógica. “Hay una cantera patriarcal en cuerpos femeninos. Y hay un presupuesto patriarcal en autoasumir el mandato inexorable de la maternidad forzada o forzosa”, dijo Barrancos.