El paraíso uruguayo
Los argentinos como material de exportación. El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, manifestó que quiere que alrededor de 100 mil argentinos se muden a su país en el transcurso de los próximos cinco años. Busca reconvertir a su país en “un paraíso fiscal” fomentando el ingreso de capitales extranjeros a partir de la flexibilización tanto de la residencia como de la presión impositiva. La medida es bastante oportuna teniendo en cuenta que la Ley de Solidaridad de Argentina estableció el 30% de recargo en compras en el extranjero y en turismo y un impuesto a los Bienes Personales para argentinos que vivan en el exterior. “Aquí es un lugar donde se respeta la inversión, es bueno traer a vivir a su familia aquí”, aseguró.
viernes, 10-enero-2020

El presidente electo de Uruguay planea que los empresarios argentinos se muden a su país y trasladen sus capitales allí donde habrá flexibilidad en cuanto a la residencia fiscal y la presión tributaria
Quizás ahora Argentina pueda exportar empresarios y, junto con ellos, sus capitales. Lo que parece una idea desopilante forma parte del anuncio realizado por el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien sin haber asumido aún su cargo, manifestó que anhela que alrededor de 100 mil argentinos fuguen dólares o – dicho más benévolamente- trasladen sus capitales a su país en el transcurso de los próximos 5 años. El plan que suena a una “invitación entre países hermanos” tiene como objetivo mejorar la economía uruguaya que padece una caída del 12,31% en el turismo – uno de los principales motores del país – disminuir el gasto público y superar el déficit fiscal del 4,9% del PIB.
La elección de los argentinos como material de exportación no es casual sino estratégica. Lacalle Pou mira atento lo que está sucediendo con la economía argentina por el impacto inmediato que tiene en su país, fundamentalmente a partir del recargo del 30% en compras en el extranjero y para el turismo, y del impuesto del 2,25% a los Bienes Personales de los argentinos residentes en el exterior que establece la Ley de Solidaridad. De esta manera, el dirigente del Partido Nacional propone impulsar una serie de flexibilizaciones en cuanto a la residencia legal – que se consigue luego de vivir allí 183 días – y la residencia fiscal de los extranjeros en el Uruguay, como también con respecto a las normas financieras que dificultan el ingreso de capitales. El oportunismo de las futuras medidas podrían volver a convertir al “paisito” en un paraíso fiscal – había sido eliminado de la lista junto a Panamá por la Unión Europea en marzo del año pasado- en donde los empresarios argentinos fuguen capitales, evadan impuestos e instalen empresas off shore.
Argentina y Uruguay habían firmado un acuerdo tributario en abril del año 2012 durante la presidencia de Cristina Fernández y José Pepe Mujica en donde se comprometían a prestar “asistencia mutua mediante el intercambio de información previsiblemente relevante para la administración y aplicación de la legislación interna de cada país con relación a los impuestos y asuntos penales tributarios”. El ex presidente uruguayo, perteneciente al partido Movimiento de Participación Popular, dijo en el 2017 que “los paraísos fiscales son más viejos que el agujero del mate, lo inventaron los poderosos y los sostienen porque los precisan”. En una posición política totalmente opuesta, el joven presidente electo, Lacalle Pou, afirmó durante la campaña que había que “aflojarle la cincha” al que produce. “Aquí es un lugar donde se respeta la inversión, es bueno traer a vivir a su familia y hay certeza jurídica”, afirmó.