El Pato sano del patriarcado
Con dos causas elevadas a juicio por violencia de género y con pedidos de detención por violar las órdenes de restricción y comunicación, el golfista Ángel Pato Cabrera decidió no avisar a la Justicia de su viaje a Estados Unidos y ahora la jueza Mónica Traballini solicitó su captura internacional. El “campeón” acusado de amenazar, acosar, controlar, aislar y golpear a sus ex parejas argumentó que no pudo regresar “porque no hay vuelos” por la pandemia, a pesar de haber abandonado el país en un avión privado.
viernes, 21-agosto-2020

"Al Pato nadie lo para", era una de las tantas amenazas que el golfista Ángel Cabrera les propinaba a sus ex parejas, víctimas de su violencia psicológica y física. Hoy la jueza Mónica Traballini dispuso su captura internacional.
Con la impunidad de la que suelen gozar los hijos sanos del patriarcado y que, encima, tienen reconocimiento público, el golfista Ángel “Pato” Cabrera decidió viajar a Estados Unidos sin pedir autorización a la Justicia, a pesar de que su situación judicial le exigía aguardar el proceso en libertad y en su domicilio de Villa Allende. La jueza de la Cámara 2ª del Crimen de Córdoba, Mónica Traballini, explicó que el imputado no puede alegar desconocimiento de las consecuencias que recaerán por su alejamiento, ya que en otras oportunidades sí comunicó su salida del país.
Además de las dos causas elevadas a juicio por “lesiones leves y amenazas” y “hurto y lesiones” que le inició una de sus ex parejas, pesaban sobre el deportista dos pedidos de detención por violar las órdenes de restricción y comunicación, y por no presentarse el viernes pasado en el Ministerio Público Fiscal donde había sido citado. El “campeón”, que está acusado de amenazar, acosar, controlar, aislar y golpear a sus ex parejas – Cecilia Torres Mana y Micaela Escudero – argumentó que no pudo regresar al país “porque no hay vuelos” producto de la pandemia. “No está en condiciones de volver pero sí estuvo en condiciones de salir, y las mismas no han variado”, retrucó la fiscal de la Cámara II en lo Criminal y Correccional, Laura Battistelli.
En una entrevista que brindó a La Voz, Cecilia Torres Mana, relató el calvario que vivió al lado del golfista. Además del amedrentamiento a ella y a su familia, la mujer reveló el desquiciado control al que era sometida. “Decía que yo era de él o de nadie. Si estaba con sus amigos en una reunión, yo debía estar en el dormitorio, sin conexión a Internet”, detalló. También intentó atropellarla con su vehículo, la amenazó con una cuchilla y la agredió con “golpes de puño en la cara”. “Se comunicó en cinco ocasiones. Desafió a la justicia y acorraló a la víctima”, agregó el abogado de la denunciante, Carlos Nayi.
Otra de sus ex parejas, Micaela Escudero, radicó denuncias por “violencia física y psicológica” tanto en Córdoba como en Buenos Aires, donde finalmente se trasladó a vivir. Federico Pizzicari, representante legal de la víctima, reveló a Radio Universidad que la mujer cuenta con el botón antipánico y que el Pato Cabrera nunca dejó de ejercer violencia, acosándola con llamadas o mensajes, a pesar de la distancia.
Si bien el golfista remarcaba a sus víctimas que “al Pato nadie lo para” y les advertía que “tenía muchos amigos policías y a él no podían hacerle nada”, hoy la jueza Mónica Traballini dispuso la captura internacional del violento, oficiando a organismos nacionales e internacionales para que lo priven de la libertad de la que goza impunemente en Estados Unidos.