4
noviembre
2022
La extrema derecha se viste de populismo rebelde mientras las élites la financian a nivel mundial.
La Conferencia Política de Acción Conservadora fue fundada en la década del 70 en Estados Unidos y reúne a personajes como Donald Trump, Eduardo Bolsonaro y Javier Milei.
La Asociación Nacional del Rifle y la Fundación Heritage son algunos de los grupos empresariales que diseñan y respaldan su agenda política.
El avance de la extrema derecha a nivel mundial no es casualidad.
Forma parte de un plan perfectamente orquestado por las élites conservadoras y los grupos empresariales más poderosos del planeta.
Aprovechando el miedo, la incertidumbre y la desconfianza en las instituciones que la pandemia y la guerra supieron instalar, fogonean a personajes excéntricos e incorrectos políticamente.
Donald Trump, Eduardo Bolsonaro, Antonio Kast y Javier Milei son algunos de los elegidos para nuestro continente.
En Europa, Viktor Orban – primer ministro de Hungría -; Giorgia Meloni en Italia; Marine Le Pen en Francia; y Santiago Abascal de Vox en España.
Con discursos encendidos, atacan a las instituciones del Estado y defienden valores tradicionales como Dios y la familia.
Como si fueran sus principales enemigos, cuestionan los derechos alcanzados por el movimiento feminista y la comunidad LGTBIQ+.
También critican duramente a quienes militan en contra del cambio climático.
Detrás se alinean grupos supremacistas y neofascistas que directamente consideran una opción suprimir al otro – inmigrantes, pueblos originarios y afrodescendientes – por considerarlos un riesgo para sus libertades individuales.
La extrema derecha viene organizada desde hace muchos años.
En la década del 70 – en plena Guerra Fría – surgió la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Estados Unidos.
Año tras año, participan alrededor de 10 mil activistas conservadores, dirigentes políticos y poderosos empresarios de todo el mundo.
Pero quizás el detalle más importante es quiénes financian y respaldan la histórica cumbre.
La primera funciona desde 1871 en Nueva York y defiende la libre portación de armas tanto para la defensa personal como para actividades recreativas.
La segunda – Fundación del Patrimonio – se presenta como un Think Tank que lucha por la libertad de empresa, un gobierno limitado, libertad individual y la defensa nacional.
“No es poner más poder en manos del gobierno, sino devolver el poder a la gente”
Misión de la Fundación Heritage
Sus expertos buscan “soluciones” a problemas como China, la inmigración, el aborto y el marxismo cultural.
En Brasil ya se realizó en tres oportunidades y fue apoyada por el hijo de Jair Bolsonaro.
También se extendió hacia países como Australia, Hungría, Israel, Corea del Sur, Japón y México.
Casualmente, la próxima conferencia tendrá lugar el 18 y 19 de noviembre en la Ciudad de México y el libertario Javier Milei será uno de los disertantes.
*Por Paula Quinteros
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